Política y deporte
PARA introducir y centrar el tema, les remitimos a algunas acotaciones de nuestras columnas del 10 de marzo y del 7 y 8 de abril bajo el epígrafe común de «Hacia una federación de lucha leonesa» donde se decía lo que sigue: «Declaraciones del candidato al Congreso por la UPL, Abel Pardo (con quien este comentarista ha tenido algún desencuentro de fondo y de formas): es escandaloso que algunas federaciones centralicen desde Valladolid el deporte leonés (...) nuestro deporte señero, la lucha leonesa, tiene que dejar de ser un apéndice de una federación de Castilla y León y conseguir nuestra propia federación de lucha leonesa (...). Enlazamos con apostillas por nuestra cuenta entre las fechas citadas: dígalo quien lo diga -Agamenón o su porquero- y hágalo quien lo haga; tanto da a estos efectos UPL como PSOE como... Momento histórico este para reivindicar una deuda también «casi histórica». Que se presenta hasta como reivindicación continuadora de los contactos y las gestiones que se realizaron hace tres lustros ante la entonces Dirección General de Deportes. Por iniciativa y a instancias del en esa época presidente de la Agrupación Provincial de Lucha Leonesa, Angel Ribero Ordás y conjuntamente con el delegado del Gobierno y el presidente de la Diputación en aquellos momentos: Arsenio López Huertas y Alberto Pérez Ruiz respectivamente. Vía y a través de tal carácter oficial, se oficializó entrevista a estas tres bandas con el director general -a la sazón Rafael Cortés Elvira- llegándose incluso a propiciar un acta de protocolo vinculante en orden a arrancar con los trámites ante la Administración tendentes a la puesta en marcha operativa de la Federación de Lucha Leonesa. Finales de la década de los ochenta... Faltó seguimiento para una semilla plantada en el sitio adecuado y continuidad para un camino abierto en la dirección correcta: en la única dirección posible y viable». Venimos probando a lo largo de las últimas semanas que, para la lucha canaria, la creación de su propia Federación de Lucha Canaria (1984) supuso su rampa de despegue y lanzamiento a todos los niveles en las islas. Si momento histórico -el presente- para León ¿momento histórico también para la lucha leonesa? Así las cosas, se impone intentar el desbloqueo del statu quo actual en la clave castellanista y resignación generalizada. También hemos escrito ya en alguna ocasión, y aún a riesgo de simplificar en exceso, que todo es cuestión de voluntad política; al margen de estructuras administrativas autonómica/provinciales o de la vigente ley del Deporte: todo es políticamente revisable y superable (hockey catalán...). El responsable político del partido del Gobierno central en nuestra provincial y alcalde de San Andrés del Rabanedo, Miguel Martínez, se viene mostrando muy receptivo y sensible ante lo que la lucha leonesa representa. De lo que se trataría ahora sería de conectar este «espíritu de la lucha» con el pragmatismo de su proyección (exterior) y desarrollo. Con tal sentido práctico, olvidarse de palacios para la lucha leonesa cual luchístico coliseo autonómico de Riaño para una vez al año y plantearse en serio la política estratégica -la estrategia «política»- de cara a acceder a una federación propia de lucha leonesa. Eso ha de representar la coherencia y la recionalidad de los cimientos; palacios y coliseos, en todo caso el remate y el tejado. La «luchística hoja de ruta y la colateralidad» desde la presidencia de la Comisión de Interior del Senado de la que estos días se posesiona Miguel Martínez. Siempre han de existir salidas políticas para las causas objetivamente justas y no perjudiciales a terceros en discordia. Cierto que no dejaría de estar mal visto servirse del deporte para ese «hacer política que busca el medro político», mientras que merecería el más generalizado reconocimiento el hecho de servirse de la política para conseguir lo mejor para el deporte: para el deporte que sintoniza y conecta con el pueblo. Conexión y sensibilidad para con el espíritu de la lucha leonesa. Y hasta con su mensaje beligerantemente reivindicativo: lucha leonesa/lucha por León... La secretaría de Estado para el Deporte y personificando en su nuevo titular Jaime Lissavetzky, sin duda han de resultar accesibles para los emergentes políticos leoneses; política sana y deporte noble. Es cuestión de aprovecharse de que León está de moda en la Villa y Corte.