PRIMERA DIVISiÓN
El estado de Jesús Gil convierte en milagro su posible salvación
El dueño del Atlético presenta signos de inestabilidad neurológica producto del infarto cerebral
El dueño del Atlético, Jesús Gil y Gil, seguía ingresado ayer jueves en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Cemtro, con ventilación mecánica y sedación profunda, mostrando ya signos de «inestabilidad neurológica» producto del infarto cerebral sufrido el pasado domingo en su finca de Valdeolivas. El último parte médico ofrecido a la una de la tarde por el doctor Mariano Malillos, director médico del hospital, confirmaba que «persiste el estado de suma gravedad». Según fuentes próximas a la familia de Gil, las próximas horas serán claves para determinar si existe una mínima esperanza de vida. Desde que el martes sufrió una reducción en su nivel de consciencia, acompañada de insuficiencia respiratoria, el equipo médico que lo atiende decidió provocarle un coma inducido, a fin de que su organismo no tuviera que realizar esfuerzo para mantener las constantes vitales. Tras someterle a una fuerte medicación, estaba previsto retirarle los aparatos para comprobar si Gil podía experimentar alguna mejoría. Perspectivas muy pesimistas Quienes pudieron conversar a lo largo de la jornada con los allegados de Jesús Gil, ya que el máximo accionista rojiblanco sólo recibe visitas de sus familiares más directos una hora al día en dos turnos, ofrecieron una visión muy pesimista de la situación y coincidieron en que sólo un milagro puede salvar su vida. «Todos los Gil y sus amigos estamos muy preocupados por el desenlace final. Sólo un milagro puede salvarle. Es muy doloroso que se debata entre la vida y la muerte», dijo Juan José Hidalgo, ex presidente del Salamanca.