Acis Mercaleón da un salto por encima de su propia sombra
El equipo leonés gana a Soller en un ejercicio de concentración y confianza en sí mismo
La mayoría de los sueños se duermen; sin saberlo. Por ejemplo, Acis Mercaleón lleva una temporada entera metido dentro de uno, a vueltas entre creerlo o mirarlo. Durante este tiempo, se ha escudado en el trabajo como excusa de autorrealización; una rutina para crecer sin los riesgos del vértigo. Pero de repente, ayer mismo, en el primer encuentro de las semifinales del play-off de ascenso a la Liga Femenina-1, con Soller como invitado, el conjunto leonés descabezó ese sueño después de convencerse de que los límites los fijan los que no son capaces de sobrepasarlos. La escuadra de Estrada construyó su victoria dentro de una zona no apta para visitantes, donde Gimena Landra alcanzó sola casi tantos rebotes como la suma de Soller (21 por 24), y en la velocidad de un ataque que terminó por colapsar los laberintos de adrenalina de las baleares. El primer cuarto fue la disculpa necesaria para que los dos equipos se buscaran las costuras, sin prisas. Nació como continuación un segundo acto en el que Soller apostó por dotar de envergadura a su quinteto, dispuso una zona 2-3 y entregó las riendas a Marie Vicente, mientras Acis Mercaleón desfasaba su balance defensivo en ataques sin demasiado tino. Mecido por el suave irse del cuadro solleric el encuentro vagó a la deriva. Entonces, las leonesas decidieron subir el tono y a Soller le dio un mareo que dejó como secuela un parcial de 10-2. Ballester sacó a cancha juntas a Vicente y Díez para repartir el timonel, y Estrada tiró de recurso con Sara y Laura. En la pintura, las pívots de casa dictaban la ley sin que el techo de la categoría, Dietel, pudiera hacer nada. Se entró en el desenlace con +6 y Laura decidió jugarse un triple que envió al equipo al 47-38, un renta de nueve puntos que fluctuaría por momentos sin rebasar la distancia de seguridad, con Soller desquiciado después de decir adiós al choque en el 60-55 impulsado por Carol. Acis Mercaleón enfrió el encuentro y encontró entre el equipaje algo de nervios entre el ruido. El ruido del despertar. Ya no queda nadie dormido.