Luis García completa la venganza de los ex y humilla al Real Madrid Beckham insultó al leonés Fidalgo

Un equipo que tan sólo había ganado cuatro partidos en toda la Liga se encargó de sacar todas las vergüenzas blancas. El Murcia venció al Real Madrid (2-1) con dos goles de otro desterrado de la casa blanca, Luis García, lo que condena al equipo madrileño a depender del Barça para lograr la plaza directa a la Liga de Campeones. El Madrid se vio superado por un equipo que jugaba sin presión que además se vio favorecido por la expulsión de Beckham. La caja de sorpresas del Madrid empezó con la alineación. Queiroz dejó fuera del once a Guti y puso en su lugar a Borja, tal vez porque al portugués no le gustaron las declaraciones del centrocampista. El segundo susto vino por donde más daño se le hace a los blancos: el saque de banda. La jugada es la soñada por cualquier entrenador. Cuadrado saca a Jensen que centra ¡solo! para que Richi remate. Por supuesto, solo. A Casillas, en el colmo de las desgracias, se le escapa el balón y otro ex madridista, Luis García, remata a placer ante la mirada de los defensas blancos. Nadie cubría al delantero. Los olés comenzaron a sonar en La Condomina, y el Murcia se lanzó al ataque. Helguera sacó un balón en la raya, algo que fue el despertador del Madrid. Pero allí estaba Sánchez Broto, un trotamundos del fútbol que jugó en el Celtic de Glasgow, que lo paró todo. El show comenzó con un tiro lejano de Bechkam y sendos remates de Zidane y Raúl. El capitán blanco volvió a demostrar su mal estado y mandó fuera un cabezazo desde el área. Los madridistas se estiraban y Solari, después de que los defensas pimentoneros le dejaran pasar, mandó un balón al larguero. Sin ningún rumbo Ahí se acabó el Madrid, que vio como el árbitro le pitaba un penalti en contra por mano de Helguera. Otra vez Luis García marcaba. Y todo se vino abajo cuando Beckham se acordó de la madre del asistente. Roja directa y cuarto partido prácticamente seguido que el Real Madrid acababa con diez. Figo en el centro del campo y Zidane, Solari y Raúl sueltos delante fue la solución de Queiroz para la segunda parte. El Madrid presionó al Murcia con más corazón que cabeza, pero no se acercaba a la puerta murciana. Los únicos sustos para Sánchez Broto fueron un remate de Raúl al palo y un disparo de Figo, que junto a Solari fueron los mejores. Mientras, el Murcia tocaba y tocaba sin parar, viendo como los jugadores del Real Madrid hacían kilómetros y más kilómetros detrás del balón. La Condomina, en su último partido en Primera, disfrutaba de lo lindo haciendo la ola y viendo el partido de pretemporada en que se había convertido la segunda parte. La cara de Florentino Pérez lo decía todo. El actual Madrid, pese al anecdótico gol de Guti en el descuento, entraba en la historia negra del club: nunca antes se habían perdido cuatro partidos seguidos. El barco se ha hundido.