| Reportaje | Bajo los aros |
Zona reservada para bailar el tango El equipo no viaja hasta el jueves por la tarde a Soller
El duelo entre las argentinas Gimena Landra y Caro Sánchez en la pintura determinará si es Acis Mercaleón o Soller quien se hace poseedor de la plaza de ascenso a la Liga Femenina-1
«Sin calles de atardeceres de Buenos Aires no puede escribirse un tango». Pero es que Borges aborrecía el deporte y no había visto un duelo bajo los aros como el que domina la eliminatoria entre Acis Mercaleón y Olis Soller. Con Gimena Landra y Caro Sánchez frente a frente, en esas zonas, se habla lunfardo entre las dos argentinas. Sirva como prueba el primer choque de la eliminatoria, donde las leonesas volcaron los pronósticos para viajar a la isla balear con dos opciones de ascender a la Liga Femenina-1, después de que en la pintura se ganase el mando. Y en ese baile de inicio, quien llevó el ritmo fue Gimena Landra, con 21 rebotes y 11 puntos, mientras Caro Sánchez perdía el paso con tan sólo 13 puntos, muy por debajo de las prestaciones acostumbradas, a pesar de que dos triples suyos en los últimos minutos parecieron meterlas en el partido. Aquella chica que llegó a León la temporada pasada, que buscaba la Catedral por todos sitios como un faro, para guiarse porque la ciudad le parecía un laberinto, lejano de aquel pueblo del interior rioplatense, es ahora la encargada de marcar el rumbo. Dentro de la zona, su salto es ley. Mira de frente y no se abuchara . A priori son muchas las diferencias que separan a Gimena Landra de su compatriota. Caro Sánchez acumula un currículum con sello en múltiples puertos: Palermo, Mendoza, Vélez Sarsfield, Priolo, Uruguay de Guayaquil y Soller; ella estrenó la maleta en León. La jugadora de las baleares es internacional con las Gigantes; la de Acis Mercaleón aún no ha vestido la albiceleste por incompatibilidad de calendarios. La de Mendoza ya ha ganado varios títulos; la pívot del conjunto leonés aspira a ellos... Pero, sobre la cancha, las distancias se acercan, a la vez que se alejan. Carol Sánchez es el comodín de Miquel Ballester; cuando necesita su tiro la saca fuera y, en momentos de agobio, aprovecha sus condiciones en el poste bajo; mientras que Estrada prefiere que Gimena no se salga de la pintura. Tampoco el físico es similar. La mendocina bajo en centímetros pero gana en espaldas; la del club de las Agustinas sube en estatura aunque pierde en presencia... Quizá todo se explique a partir de la experiencia, puesto que quien fija residencia en Soller cuenta con 28 años y la leonesa adoptada apenas sobrepasa la veintena. Y el camino no es el mismo cuando todavía no se tiene polvo en las botas, partido a partido. El viernes continúa la semifinal del play-off de ascenso, en la cancha de Soller, y seguro que la contribución del dúo argentino será determinante para su transcurso. Si ganan las locales habrá que esperar al domingo para saber el desenlace. Mientras, en el cuerpo a cuerpo de un tango, en el bis a bis de una zona, surge una nueva opción para lunfardear . Sólo hay una norma. Quien pierda el compás, se borra. En vez de adelantar el viaje para conocer la pista del Pavelló Municipal Es Puig, Acis Mercaleón esperará a la tarde del jueves para desplazarse a Palma de Mallorca. Las jugadoras leonesas partirán de la capital a mediodía y, tras coger avión en el aeropuerto madrileño de Barajas, arribarán a la isla ya con al noche anunciada, por lo que la cena y la relajación serán las únicas tareas a desarrollar en la víspera del encuentro. La Federación Española de Baloncesto ha fijado finalmente la hora del enfretamiento del próximo viernes a las 21.00, aunque la mañana tampoco abundará en tareas. Si Soller consigue ganar el partido del viernes, también está previsto ya el horario para el encuentro, que se disputaría el domingo, a partir de las 12.00. La plantilla entrenará hasta el viaje con total normalidad, sin apurar la intesidad del planteamiento. En la entidad se apuesta por guardar la calma y generar un clima en el que las jugadoras no se vean distraídas con condicionantes espurios. Una vez más, como toda la temporada, la única receta es trabajo.