Todo a una carta

CUANDO RESTAN dos jornadas para llegar a la conclusión del campeonato liguero las espadas continúan en alto para dos equipos leoneses, Promesas Ponferrada y Atlético Bembibre. Uno trata de meterse en las cuatro primeras plazas aunque no depende de sí mismo, y el otro sigue desaprovechando oportunidades de salir de los puestos de descenso. El final parece de auténtico infarto para ambos. Al comienzo de una temporada todo son ilusiones, y las ganas de hacer algo importante y agradar están al cien por cien, luego la competición y el tiempo van dictando sentencia siendo muchas las esperanzas que se quedan por el camino. El pudo haber sido y no fue, las excusas, la mala suerte... no son argumentos suficientes para el desarrollo y análisis de una campaña. Los malos momentos y fracasos hay que saber aceptarlos y dar las explicaciones pertinentes, siendo claros y no utilizando disculpas ajenas. Lo mismo ocurre cuando se saborean las mieles del triunfo, sabiendo ganar, sin ser soberbio ni mirar a los demás por encima del hombro y utilizando la palabra humildad, porque cuando aparecen épocas de vacas flacas todo se puede volver en contra. El Promesas Ponferrada mantiene la esperanza de entrar en posiciones que clasifican para las eliminatorias de ascenso tras un gol conseguido en tiempo de descuento. Dos son los encuentros que le restan y en ambos debe vencer y esperar a que tanto Ávila como Guijuelo fallen. Dos y tres puntos respectivamente, es la diferencia que sacan estos conjuntos al cuadro berciano, con la particularidad de que ante ellos tiene el gol average particular perdido en un caso, y el general, en otro. La tarea va a ser muy difícil pero existen posibilidades y esas ha que agotarlas hasta el final. A estas alturas cualquier resultado puede darse y no es cuestión de la posición que ocupen los conjuntos en la tabla. Los partidos hay que jugarlos y las motivaciones son distintas para unos o para otros, según lo que haya en juego. Todo es cuestión de tiempo. El Atlético Bembibre continúa jugando con fuego y la esperanza llamada permanencia sigue igual de difícil. Los rivales también se están jugando el descenso y las oportunidades no se pueden fallar. La presión, necesidad y el jugarse todo a una carta pesa para cualquiera, pero es una carga que se debe apechar si se quiere conseguir el objetivo. El próximo compromiso será clave. La Cultural B está demostrando el porqué es un filial llegando a estas alturas con las pilas totalmente cargadas y sin presión. Los últimos resultados cosechados ponen a las claras el haber realizado sobradamente los deberes. La Bañeza se despide ante su afición el próximo domingo y ¿qué mejor que un triunfo ante uno de los gallitos ? El conjunto morado puede ser juez a la hora de decidir el cuarto clasificado. La Hullera consiguió matemáticamente la salvación a pesar de la derrota y ahora debe concluir la temporada con la mayor dignidad posible. El trabajo ha podido ser bueno y la dedicación constante, pero el fruto quizá no haya sido el deseado.