El Bembibre depende de sí mismo y al Promesas sólo le queda rezar

Aunque mientras hay vida, hay esperanza, ésta se agota a medida que se acerca el final de la competición regular. Atlético Bembibre y, sobre todo, el Promesas Ponferrada desperdiciaron el pasado domingo una ocasión de oro para acercarse un poco más a sus objetivos. El Atlético Bembibre, a pesar del empate cosechado en su feudo ante un rival directo como la Arandina, todavía depende de sí mismo para conseguir la permanencia. Tras la derrota sufrida por el Almazán ante el Real Valladolid B, la primera opción para eludir el descenso pasa por sumar los tres puntos el próximo domingo en tierras charras frente al descendido Santa Marta y rematar la faena siete días después en la Dehesa ante el Almazán, rival al que podría condenar al infierno, aunque Arandina y Medinense todavía no están a cubierto de todo riesgo, mientras Benavente, que tiene el gol average ganado al Almazán, y la Hullera aseguraron matemáticamente su continuidad en la categoría la jornada recién concluída. Todo lo que no sea sumar los seis puntos que faltan por jugarse dejará al Atlético Bembibre en manos de terceros, y eso a estas alturas de temporada es asumir demasiado riesgo. El que cada vez complica más sus posibilidades de clasificarse para las eliminatorias de ascenso a la categoría de bronce del fútbol español es el Promesas Ponferrada. Ante el Norma San Leonardo, a pesar del sufrido empate logrado in extremis, el conjunto berciano dio un nuevo paso atrás que puede resultar decisivo, porque sumar los seis puntos no le garantiza acabar entre los cuatro primeros. A tres puntos del Guijuelo y a dos del Real Ávila y con el gol average particular perdido, el conjunto salmantino debe derrotar a La Bañeza a domicilio y después sumar un punto para hacerse con una de las dos plazas que quedan libres, mientras el conjunto abulense debe derrotar al Sporting Uxama, colista del grupo y ya descendido en su feudo, y lograr un empate ante el Guijuelo, que les valdría a los dos, para hacerse con la otra plaza. Dos puntos sobre nueve es un bagaje demasiado pobre para un equipo que aspira al ascenso, y más si se tiene en cuenta que sufrió una derrota ante el Uxama, que sólo se había impuesto hasta el momento a Atlético Bembibre y Becerril en su feudo, y a la Arandina, a domicilio, y que no pudo pasar del empate sin goles frente al Guijuelo, en el partido clave de esta recta final de temporada, en su feudo, además del empate conseguido el pasado domingo en San Leonardo de Yagüe frente al Norma. Así pues, al Promesas sólo le vale sumar los seis puntos en litigio y, sobre todo, rezar. «En campos pequeños como El Pontón es muy difícil ganar» ÁNGEL CREGO Entrenador del Promesas Ponferrada