Diario de León

SIN AFANES POLÉMICOS

Al borde de lo imposible

Publicado por
MARTÍN
León

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PUEDE PARECER un tanto pesimista; pero la realidad nos dice que después de la última jornada tanto Baloncesto León como Caja España Ademar se encuentra muy próximos al límite de lo imposible, o de lo posible si se juzgan las posibilidades con óptica optimista. La botella medio vacía o la botella medio llena. Lo cierto es que la jornada deparó resultados muy negativos para que los de la canasta y los del balonmano consigan sus objetivos. Mal se han puesto las cosas para el deseado retorno a la ACB. Se ha perdido la gran oportunidad de decidir el ascenso al abrigo del Palacio. Como máximo habrá que volver a La Casilla a decidir, a un solo partido, el desempate si se logran dos victorias, en los partidos de la eliminatoria decisiva, este fin de semana en el Palacio de Deportes. Sin números excesivamente favorables, pero decisivos para apuntarse sendas victorias, el Bilbao logró algo que en el «mundillo» de la canasta se considera como muy difícil: que un equipo gane dos partidos consecutivos a otro. Y asirse el leve madero que le queda, con nervio y garra, es lo que puede salvar al equipo leonés para poder llegar vivo a la orilla del ascenso. La casilla es una olla hirviendo, como lo es el Palacio de Deportes; pero los bilbaínos tienen ahora, cuando menos, la deseada opción de jugarse el ascenso y el fruto de la temporada a favor de cancha y ambiente. Ello como mínimo. Ahora bien, como aseguran dichos, muy indicados para el momento: «Hasta el rabo todo es toro». Y, «La procesión no termina hasta que pasa el último cura». Fe, esperanza y confianza. Y a luchar hasta el final. Caja España Ademar, tropezó ante el Pórtland, en un partido donde nunca pudo imponer sus armas letales, particularmente la del contraataque; tampoco la seguridad en la portería, que ha sido factor esencial en la andadura victoriosa ademarista. Siempre contra viento y marea -el viento del resultado y la marea del hacer hasta el límite, y aún más, a ciencia y paciencia del «duo sacapuntas», Feliz el bajito, Martorel el alto y rollizo-. El pequeño era el dardo y el grande la palabra. Maneras desafiantes y el palabrero, con unos y otros, para explicar lo explicable y hasta lo inexplicable. Nunca estuvo Ademar centrado en el partido, y aún así, el empate salvador lo tuvo en el último segundo, en tiro fallado por Kjelling. Falla quien asume la responsabilidad de tirar. Ahora, para tener puesto de Copa de Europa, habrá que ir a Valladolid a ganar.

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