Ricardo se basta para derrotar a Galicia y afianzar la Copa del Rey

Cuarta jornada disputada, esta vez contra Galicia, y nueva victoria conseguida por la pareja que defiende en la modalidad de pala corta a la Federación de Zamora. El jugador del Club de Pelota Leonés Ricardo y su compañero Óscar, se han convertido en el referente a tener en cuenta en este Campeonato de Federaciones División de Honor, que se viene disputando desde el pasado 25 de abril. Ambos llevan dos jornadas formando pareja y cuentan sus intervenciones por victorias. A éstas hay que sumarle la conseguida por Ricardo-Amilivia, que abrió, se puede decir, esta caja de sorpresas maravillosas que puede tener como final feliz la clasificación para la disputa de la Copa del Rey. La Federación Gallega, oponente el fin de semana pasado de los zamoranos, intenta también auparse a este caballo de victoria y buscaba, denodadamente, ganar a nuestra pareja de pala corta. Conviene aclarar a nuestros lectores y aficionados que, la clasificación para la Copa del Rey, se establece por modalidad y no por la suma de ambas especialidades. Así, por ejemplo, la pareja que forman Ricardo-Óscar puede alcanzar este reto y, sin embargo, los otros pelotaris de la modalidad de paleta quedar descolgados al no conseguir las victorias suficientes. De esta forma, al final de este Campeonato, los dos primeros de cada Grupo, tanto de pala corta y paleta cuero, así como los de mano individual y parejas, serán los que disputen el ansiado Trofeo. Por compromisos de última hora por parte de varios pelotaris, la convocatoria que la Federación de Castilla y León de Pelota realizó para la modalidad de paleta no estuvo acertada. Fue como regalar el partido a los gallegos. Dos jovenzuelos del pueblo vallisoletano de Pedrajas de San Esteban, pertenecientes al Club Jaime Oñate, fueron los reos de la vergüenza sobre la cancha. La pareja gallega, Alain-Unai (hermanos Vega), les infringieron un severo castigo que llegó con un 25-9, para convertirse más tarde y como traca final en 35-13. Apenas veinte minutos, que Lagunar-González agradecieron, para que el mal trago pasara cuanto antes. Para olvidar y tomar buena nota. Así, difícilmente se pueden conseguir objetivos y triunfos. Se inició a continuación el plato fuerte de la jornada. Ricardo y Óscar frente a Olaizola y Eguía. Los primeros firmes y dispuestos, jugaban en su cancha. Los otros, apoyándose en su aureola de fama y nombre. La refriega no pudo empezar mejor. El leonés Ricardo quiso quitarle el polvo a la cancha y paredes a base de palazos, juego rápido y violento. Óscar, su compañero, no se quedó a la zaga y, entre los dos, el marcador empezó a sudar para los gallegos con un 12-7. Continuó la disputa manteniendo los nuestros la ventaja pero, al mismo tiempo, viéndose un repunte de que Olaizola y Eguía no se conformarían con la ventaja de Ricardo y Óscar. El jugador del Club Leonés, Ricardo parece que escuchó el mensaje. Sin saber de qué forma y modo empezó a fallar pelota cantada. Aquel no era el Ricardo de partidos anteriores y el que hacía unos momentos había inclinado el partido a su favor. Lo que ocurrió a continuación trastocó todos los planes. Olaizola-Eguía empataron y pusieron el marcador en un 26-19 a su favor. Aprovechando un descanso pedido por los gallegos, Óscar trató de recomponer aquel desaguisado. Aquí ya no cabían pamplinas y paños calientes y el encuentro había que ganarlo. Con el partido lanzado en la recta final y Óscar desmelenado tratando de tapar huecos, resurgió de nuevo el delantero Ricardo. Empate en el marcador, primer paso. Juntos de la mano hasta el tanto 33. Después... 34, 35, 36, 37... y 40. El tanto final fue de verdadera venganza. Dejada de Ricardo sobre la misma chapa, que levantó al público de sus asientos.