Los avatares del Pájara y del Celta hacen de la liguilla una cosa de dos

El grupo A de la fase por el ascenso a la Segunda División se puede reducir a una pelea mano a mano entre la Unió Esportiva Lleida y la Cultural y Deportiva Leonesa, a la vista de la complicada situación que se presenta para los dos rivales que completan el grupo, el Celta B y el Pájara-Playas de Jandía. A la compleja deportiva del filial celtiña, que en caso de descenso de su primer equipo el próximo domingo, ya no podría ascender a Segunda en ninguno de los supuestos, se le suma ahora la delicada posición económica con la que inicia la competición el bloque majorero. La plantilla se plantó en el penúltimo entrenamiento de la semana, y decidió que, caso de no encontrar soluciones para la falta de pago que acucia a los futbolistas (la plantilla no cobra desde hace cuatro meses) no se presentarán a disputar el primero de los partidos que le correspondieron en suerte por calendario. Pese a las reclamaciones presentadas por los equipos implicados en la posibilidad de disputar el play-off por la ilógica que encierra una decisión como la de permitir que dispute la competición un equipo que presumiblemente no tendrá derechos para el salto de categoría (el sentido común juega en contra de esta decisión, pero la legislación deportiva asiste de pleno derecho al club celeste en el caso de su filial), todo hace pensar que el Celta B disputará la competición y, por desgracia para el fútbol vigués, que el primer equipo, se irá a la categoría de plata. Si la fase de ascenso se hubiese disputado una vez concluida la competición de Primera División, no se habría producido este problema, pero el condicionante de las fechas, juega en contra de pausas de esas características, con lo cual, no hay más remedio que resolver la situación con la mejor disposición posible. Otra cosa es que el papel del Celta B en la competición pueda ser determinante. No tener derecho al ascenso no significa que no pueda actuar como juez indirecto del grupo, y las cábalas iniciales, apuntan a que hay muchas posibilidades de que, a la hora de la verdad, sea así.