Fernando Alonso confía en su regularidad para hacer podio

El español Fernando Alonso (Renault) se presenta al Gran Premio de Mónaco, sexta prueba del Campeonato del Mundo que se disputa el domingo en urbano de Montercarlo, en busca de regresar a un podio al que no sube desde el estreno de la temporada en Australia. La regularidad está siendo la nota predominante del asturiano en esta temporada, en la que es cuarto en la general con 21 puntos y a tan sólo tres de la tercera plaza que ocupa el británico Jenson Button (BAR), sin embargo le está faltando el saborear con más asiduidad el cajón de honor. Tanto en Imola como en Montmeló, finalizando cuarto con el colombiano Juan Pablo Montoya (Williams-BMW) y su compañero Jarno Trulli (Renault), respectivamente, a tiro de piedra, Alonso se quedó con el mal sabor de boca de ver como estaba a las puertas de un podio que tan sólo ha podido visitar en lo que va de año en el arranque del Mundial, en Melbourne. En Mónaco, una de las grandes citas de la Fórmula-1, y a pesar de no ser uno de sus trazados favoritos, el Nano aspira a volver a estar en la pugna por uno de los tres puestos de honor y que en esta ocasión la suerte le sonría. Para ello será clave que Alonso apruebe una de sus asignaturas pendientes en lo que va de temporada, las calificaciones. Mónaco es un circuito donde es imposible ver un adelantamiento a lo largo de la carrera, por lo que ocupar un buen lugar en la parrilla del salida será ganar mucho terreno de cara a lograr un buen resultado. Alonso cuenta para ello con su experiencia del año pasado, ya en 2001 pasó sin pena ni gloria en su estreno al volante del Minardi, en el que, tras ser octavo en la calificación, concluyó en una meritoria quinta posición. Además, el español confía en la fiabilidad de su R24, que se está presentado en este inicio de temporada como el monoplaza puntero en el segundo pelotón, por detrás sólo de los inalcanzables Ferrari. Cambios en los boxes Precisamente, el circuito urbano de Montecarlo estrena para la presente edición una nueva zona de boxes, con lo que los mecánicos no deberán trasladar los coches y el material hasta el paddock, situado en el puerto, o hasta un garaje a un kilómetro de la pista. La ampliación del muelle ha significado un cambio en el trazado de la pista entre la Piscina y La Rascasse, cuya curva de entrada es ahora más suave. Los nuevos boxes están situados de espalda a la pista, miran hacia el mar y la incorporación de los coches al circuito se hace después de la curva de Santa Devota.