Ferrero fuerza su puesta a punto para no abandonar Roland Garros

Juan Carlos Ferrero fue la imagen de la impotencia durante la sesión de entrenamiento que celebró este domingo en la pista 14 de Roland Garros con el argentino Mariano Zabaleta como oponente. Al valenciano se le vio con el gesto de quien no confía en sus propios recursos. Le faltó fuerza, sobre todo en el saque. Dio la impresión de ser un tenista del montón. Su ensayo no duró ni siquiera una hora. «No podía seguir, porque me dolía la costilla lesionada», explicó. Lo cierto es que difícilmente podrá estar a punto de enfrentarse hoy al alemán Tommy Haas. «En estos momentos diría que no puedo jugar, pero quiero esperar veinticuatro horas, a ver cómo evoluciona o desaparece el dolor», siguió diciendo. Y para rematar sus impresiones respecto a la posibilidad, o no, de salir a la pista, comentó: «Si he de ser sincero creo que tengo un 60% de probabilidades de no jugar, pero queda ese otro 40% y debemos esperar». No hay que olvidar que el doctor Ruiz Cotorro puede poner a punto al de Onteniente con un tratamiento acelerado, cuando menos para que se esfume el dolor intercostal. En cualquier caso, Ferrero no está físicamente en adecuadas condiciones: «Creo que todo empeoró a raíz de la varicela, que me dejó sin fuerzas. Para poder encarar Roland Garros necesitaré que esas molestias desaparezcan y después si pudiera pasar dos rondas ya sería más fácil seguir adelante, aunque debo reconocer que ahora mismo no me siento favorito», manifestó el actual campeón del torneo. Veintiocho españoles Con veintiocho jugadores en la parrilla de salida, España iguala la cifra de aportación de profesionales en el año 1998 cuando Carlos Moyà se coronó campeón tras superar a Álex Corretja en la final. La armada nacional cuenta con suficientes mimbres como para que se produzca una nueva buena actuación.