El Huracán golea en Ponferrada y se asegura el ascenso a Tercera (0-4)
Los discípulos de Marcelino decantaron el choque en los minutos finales del primer tiempo
El Huracán Z puso una brillante rúbrica a la gran temporada que ayer concluyó, logrando el ascenso a Tercera División, por vez primera en sus cincuenta años de vida, tras golear de forma merecida al filial de la SD Ponferradina. Arropados por una gran cantidad de aficionados llegados desde Trobajo del Camino, los futbolistas que dirige Marcelino Santos salieron decididos a desnivelar la contienda cuanto antes, habida cuenta de que un triunfo en Ponferrada les aseguraba el ascenso, pasase lo que pasase en Ciudad Rodrigo. Por esa razón, el escurridizo delantero visitante Addison ya avisó en el primer minuto de sus aviesas intenciones, conectando un cabezado que salió fuera por poco. A renglón seguido, Mario probó fortuna con un lanzamiento que se perdió junto al poste. Sin embargo, después de esta presión inicial de los forasteros, los jóvenes jugadores bercianos lograron igualar un tanto el encuentro e incluso llegaron a contar con alguna clara ocasión, sobre un terreno de juego que no se mostraba en las mejores condiciones, debido al gran castigo que ha recibido durante toda la temporada. Aún así, un remate de cabeza de Ribadulla salvó la desafortunada salida del meta Badeso y tuvo que ser el lateral derecho Gabri el que salvó bajo los palos. Pero la iniciativa correspondía a los ayer rojillos, por aquello de la coincidencia de colores, y Addison estuvo a punto de inaugurar el marcador a la media hora, cuando se fue en solitario contra el meta local Benjamín, si bien éste logró atrapar la pelota cuando el gol casi se cantaba en la poblada tribuna de Compostilla. El tanto no llegó en esa ocasión pero cuando se jugaban los últimos minutos del primer tiempo, se produjo el desenlace del partido, aunque aún restaba por delante toda la segunda mitad. El primer gol del Huracán llegó a tres minutos del descanso tras un servicio medido de Poli desde la izquierda que remató a la red con la cabeza y sin ningún tipo de oposición el exterior derecha Busto. Mientras se comentaba todavía en la grada esta acción, llegó el segundo de los visitantes en otro centro desde la parte izquierda con un balón que parecía fácil para Ribadulla, pero el portero Benjamín le pidió la pelota y entre ambos se hicieron un lío que aprovechó Addison para marcar a placer, en medio de la euforia de los seguidores de Trobajo. Pudo tener algo de emoción el partido porque en la siguiente jugada el árbitro castigó al Huracán con un penalti por derribo del meta Badeso sobre Carlos, pero Mariano disparó mal y el propio Badeso enmendó su error deteniendo la pena máxima. De esta manera se llegó a la conclusión del primer tiempo. Si las cosas no estaban todavía lo suficientemente claras con ese resultado de 0-2, los del Huracán quisieron dejar el partido visto para sentencia en los primeros instantes de la continuación. No se había cumplido el primer minuto del segundo tiempo cuando la zaga blanquiazul pierde un balón que fue a poder del extremo Poli por su banda izquierda y éste progresa sin oposición hasta el interior del área, teniendo que salir el meta Benjamín a cerrarle el paso. Poli salva su oposición con una sutil vaselina que supone el tercer tanto para los visitantes. Los de Trobajo juegan a placer Este nuevo mazazo para la Ponferradina supuso la tranquilidad absoluta para los de Marcelino Santos. Empezaron a explotar su clara ventaja con las triangulaciones que les permitía la maltrecha zona central del terreno de juego, siempre bien apoyados en un Luis Ballesteros que sigue conservando grandes dosis de la calidad que ha atesorado este veterano jugador. También debe destacarse la labor de Jalón atrás, cortando todas las intentonas del rival, con un Mario también soberbio y un Quijada muy práctico. Éste último le sirvió el cuarto tanto desde la derecha a otro ilustre veterano del Huracán, como lo es Josines González, para que hiciera subir al marcador el que ya sería resultado definitivo. Sólo sobró la lesión del local Maki, que tenía mala pinta y que acabó en el hospital con la rodilla maltrecha.