Un solo error hace que la Cultural arranque con derrota la liguilla (1-0)
El Lleida se limitó a buscar el fallo del equipo leonés para amarrar los tres puntos en casa
Carlos Sánchez Aguiar se encontró con el primer gran problema antes de saltar su equipo al césped del Camp d'Esports. El capitán Fran, obligado a ausentarse por lesión, fue el primer contratiempo serio para acometer el primer y trascendental encuentro de la liguilla de ascenso a Segunda División. En un principio, el entrenador culturalista optó por cubrir el hueco del zamorano con el canterano Roberto Landáburu, inexperto en cuanto a fases de ascenso disputadas, pero no en la capacidad de sacrificio que demostró sobre el verde. Las líneas del equipo culturalista no mostraron demasiadas novedades, aunque como estaba previsto el doble pivote se caracterizó por la contención, con la presencia de dos jugadores de corte recuperador, como son Ivo y Soto. Los dos se encargaron de desorientar el juego que construyeron los propietarios del terreno en la zona ancha. La línea defensiva arrancó con los mismo protagonistas de siempre. Negral y Casquero ejercieron por los laterales, mientras Miguel Alfonso y Adriano taparon el centro, además de apoyar en ataque en las acciones de estrategia a balón parado. El brasileño se convirtió en una pesadilla para el conjunto local, porque, a parte de defender su zona con gallardía, incordio siempre a la cobertura ilerdense cuando decidió sumarse a tareas ofensivas. Rubén Suárez peleó a destajo entre líneas, con Paulino muy trabajador entre la zaga de casa. El encuentro respondió al guión. Dos equipos que se respetaron desde la primera acción, temerosos por encajar un gol. Los dos trataron como principal argumento de defender su marco, para después interpretar otras escenas más arriesgadas frente a ambas porterías. Ni Edu ni Rafa se vieron forzados a intervenir durante la primera parte del compromiso deportivo. Se impusieron continuamente las defensas sobre los ataques. La Cultural llegó, incluso con más peligro que los locales hacia las inmediaciones del área. Tanto Negral como Ivo lo intentaron desde lejos, pero sus respectivos lanzamientos no encontraron los tres palos de la portería de Edu. Los minutos transcurrieron con un juego directo de los locales, sin apenas toque en la medular. En muchas ocasiones, el juego ni tan siquiera pasó por el centro del campo. Desde la defensa hasta la punta sin más zonas intermedias. La seguridad de Miguel Alfonso y Adriano no dieron pie a la sorpresa. El delantero Nakor siempre estuvo vigilado, sin ningún margen para que los metros fueran su mejor aliado en las proximidades del área leonesa. Las acciones a balón parado también pasaron a ser la mejor opción para los ilerdenses, que se acogieron a ellas como la mejor forma de llegar con ciertas posibilidades hasta la portería de Rafa. La igualdad pronosticada en un principio entre los dos equipos quedó reflejada sobre la cancha de juego. Los dos equipos situaron sobre el césped el mínimo riesgo, con lo que las oportunidades de gol quedaron, cuanto menos, para la segunda mitad. Los segundos cuarenta y cinco minutos se caracterizaron sobre todo por la tensión de ambos contendientes, debido a lo incierto del marcador. Ambos equipos mantuvieron sus respectivos dibujos sobre el rectángulo de juego, pero con más incisión sobre las porterías rivales. Las llegadas tampoco dominaron en ninguna de las dos áreas, ni en la local ni en la visitante. Conforme pasaron los minutos, la Cultural confió en el empate como mejor premio para el inicial encuentro de la liguilla de ascenso a Segunda División. El que cometiera el primer fallo a buen seguro que acabaría pagándolo, como así sucedió. Una penetración de los ilerdenses por la banda de Negral, posibilitó un servicio sobre el segundo palo, que se encargó de cabecear a la red Lezaun, después de una salida en falso del portero Rafa y un salto mal medido de Miguel Alfonso. Un gol que valió tres puntos, pero con una liguilla aún muy viva.