Diario de León

Florentino personifica en Camacho el nuevo concepto del Madrid

El presidente considera que es el indicado para dotar de autoridad el vestuario blanco

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europa press | madrid

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El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, reconoció ayer el error de la Junta Directiva que preside al contratar hace un año a Carlos Queiroz como técnico del primer equipo, en sustitución de Vicente del Bosque, así como el cambio de rumbo de su política en el banquillo al haberse decantado por un entrenador con «autoridad», como Camacho, presentado ayer a las 13.30. Florentino Pérez, y en «un día triste para todos», tras la «decepción» que se consumó ayer de que el equipo terminara en la cuarta plaza y para anunciar, además del fichaje de Walter Samuel, la no continuidad de Queiroz y la contratación de Camacho. El presidente reconoció que la presente «no ha sido una buena temporada», pero que ahora se trataba del «momento del análisis y la reflexión. No podemos permitirnos un año como este. Nuestra capacidad de trabajo, nuestra fuerza y sueños deben ser más fuertes que la decepción». El denominado por Florentino Pérez «desorden colectivo» ha hecho que «haya aparecido un Madrid desconocido, difícil hasta para hacer un juicio crítico». Cambio considerable Ahora llega el momento del cambio de pasar de «un tipo de entrenador a otro, con orden, entusiasmo y autoridad». «Los cambios de ciclo son buenos y si estuvimos 46 meses muy bien y al final no fue así es porque era necesario un cambio», lo que ha propiciado la llegada de Camacho, con el que el acuerdo es total y la decisión unánime de toda la Junta. El acuerdo es sólo por dos años por petición del técnico de Cieza, que considera el «desgaste» que existe en este tipo de puestos. «Queríamos un técnico español, con autoridad y autoridad moral para ejercerla», sentenció Florentino, destacando la «condición de madridista» de Camacho. El presidente, que desveló que «Camacho está muy ilusionado», aseguró que «las negociaciones comenzaron anoche» y que el entrenador «no ha impuesto nada».

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