Faena de aliño y salir del paso...

PARAFRASEANDO la terminología de la jerga taurina, «faena de aliño» patente para la luchística temporada de forzada prórroga federativa. Desde el argot doméstico, acabar pronto y a salir del paso como sea. Y esto se percibe en todo. Sin ir más lejos y recurriendo a lo más inmediato, la liga por equipos en disputa: aún más apresurada y chapucera de lo habitual. Y conste que, pese a ello y a su descafeinamiento y rutina clásicos, no dejamos de reconocer que esta competición representa el exclusivo aliento para la cantera, la única fuente prácticamente para generar nuevos luchadores, el único manantial de continuidad y supervivencia. Ay, el contrapunto canario: el contrapunto de futuro de la lucha canaria que venimos poniendo en evidencia. En la lucha leonesa hasta el día a día resulta desoladoramente patético ¡cómo para plantearse futuros! Faena de aliño y a salir del paso se ha dicho. Por cierto, y en relación con esta seudoliga por equipos, no deja de resultar llamativo que la empresa de seguridad «Prosesa» del Grupo Eulen y cuyo propietario es David Álvarez originario de Crémenes, se vuelque -o cuando menos se implique a fondo- patrocinadoramente con la lucha canaria ¿No pertenecen a este grupo de empresa «Neal/Carnes del Esla»...? Asentadas en plenas comarcas luchísticoleonesas, y sin que figuren como patrocinadores de equipo de lucha leonesa. Dejando aparte razones sentimentales, lo cual es mucho dejar, es comprensible que la abrumadora diferencia de número de equipos (y de licencias de luchadores) entre ambas luchas marca la orientación de las repercusiones publicitarias. Y ya no digamos las diferencias en cuanto a la atención institucional y mediática... Aquí y ahora esta faena de aliño y de salir del paso, ante la indiferencia más generalizada del aficionado y de los medios. A esto último parecía aludir el reciente comentario de una lectora: «... buscando siempre en sus planteamientos mediáticos los mismos compromisos y objetivos publicitarios a través de sus hinchadas páginas especiales, tan sólo eso y únicamente eso...». Y es que la atención de los medios de difusión en el citado ejemplo de la liga de invierno, ha ido a menos hasta pasarles casi desapercibida; cada vez menos espacio. Claro que su desarrollo también ha ido perdiendo gas de un año para otro: equipos más incompletos si cabe (a falta de categorías enteras en algún caso), arbitrajes a cargo de hermano de entrenador en liza, chico contra chica... Y ya del campeonato escolar de la capital... ¿ah, pero hubo tal campeonato? Casi la única evidencia del mismo -pobre y triste evidencia- ha vuelto a ser el testimonio gráfico del «agarre» incorrecto de los chavales: pág. D-7 del suplemento «Diario del deporte» de este periódico del pasado miércoles, nueva fotografía donde siguen apareciendo mal agarrados al cinto los críos ¿para qué sirven los títulos de capacitación como técnicos/monitores que expide ese denominado pomposamente «Centro de Tecnificación de lucha»? Que tampoco se inmuta ante la impresentable aberración, tanto en la lucha de base como en la de equipos, de que se perpetúe la esperpéntica imagen de chico luchando frente a chica ¿hasta cuándo? El arranque de la liga de verano, oscurecida y semisecreta, semiapagada y ramplona, desangelada y descuidada, equivale al continuismo del más de lo mismo (como gran novedad incorpora la impresentable «lucha mixta»); cubrir el expediente sin más. Comprendemos que la prórroga (federativa) les descoloque y se les haya atragantado (anímicamente), pero tratar de salir del paso con algo tan mortecino y continuista como lo de esta primera parte «de la prórroga» y lo que se vislumbra para la segunda parte, supone un conformismo que la decadente lucha leonesa actual no se puede -o al menos no se debe- permitir por más tiempo.