España cumplió con su cometido y derrotó sin problemas a Letonia (23-36)
La presencia en el Mundial de Túnez quedó casi asegurada al margen del partido de vuelta
España resolvió en Riga su clasificación para el Mundial de Túnez de 2005 al derrotar a Letonia por 36-26, lo que convierte al partido de vuelta en Logroño en un simple trámite. Los internacionales españoles, pese a acusar el desgaste físico propio de final de temporada, se ajustaron a las indicaciones técnicas de sentenciar la eliminatoria en Riga para vivir una próxima semana más relajada. Letonia, una selección de menor nivel, se agarró como pudo a sus únicas armas: rapidez en las acciones, dureza en la cobertura y, en ataque, aprovechar los altibajos de España. Los letones arrancaron con un ritmo trepidante, que progresivamente fue frenado por España para llegar al descanso con siete tantos de ventaja (19-12). La segunda parte tan sólo fue un reflejo del dominio español. España abre las puertas de un nuevo Mundial, en el que quizá se produzca el verdadero relevo generacional. Tan sólo resta ofrecer un partido de vuelta digno en Logroño, el próximo sábado. A pesar del desconocimiento del rival, los hombres de César Argilés no quisieron sustos y ofrecieron un buen juego que les permitió además descansar y relajarse durante buena parte del encuentro, en un momento en el que la temporada acabada puede pasar factura de cara a la importante cita de Atenas 2004. España contó además con la buena aportación de dos 'veteranos' como Garralda y Dusjhebaev, que no estuvieron en el pasado Europeo de Esloveno. El jugador del Portland fue, junto a Alberto Entrerríos, el máximo goleador del equipo (6 goles), mientras que el nacionalizado dirigió con sapiencia y acierto (4) al equipo. Letonia apenas opuso resistencia y paulatinamente fue cediendo ante la mayor calidad rival.