El Atlético Bembibre se despide de la categoría después de 24 años (0-2)
La suerte no estuvo del lado rojiblanco ni tan siquiera en el último partido de la temporada
No pudo ser. El Atlético Bembibre estará la próxima temporada en «el infierno» de la Regional Preferente. Esto sucedía tras caer derrotado en el último partido en su propio feudo por el Almazán de Soria. Goles conseguidos en la primera parte y, con este resultado, y el obtenido por el Arandina ante el Uxama, certificaban la debacle rojiblanca tras un encuentro donde la única consigna era la de ganar, pero finalmente saldría derrotado en una tarde aciaga de cara al marco contrario. Y de cara a una afición que arropó hasta el último momento a su equipo, aunque eso sí, fuese en una jornada de puertas abiertas. Hay que decir del partido comenzó con un Bembibre que acosó con insistencia el portal de Fran, pero que tras el gol del Almazán ésta se fue diluyendo poco a poco llegándose a poner los rojiblancos muy nerviosos y pasando a ser dominados por un rival que le iba a hacer encajar un 0-2 ya insalvable para sus aspiraciones. Un Bembibre que quería y no podía y que, además, dejaba muchos espacios donde penetrar los extremos habilidosos de un Almazán que ya no se jugaba nada. Quizás ahí estuvo la clave dada la tranquilidad con que éstos afrontaron el encuentro. Este resultado ya no servía y pronto Aláez se daba cuenta de que este sistema no le daba sus frutos haciendo dos cambios antes del descanso siendo Adrián y Luismi quienes entraban por Jorge y Pedro, pero el tiempo se iba acabando y los locales no reaccionaban. Por lo demás poco dio de si esta primera parte donde al Bembibre le pesó en exceso la ansiedad de salir a conseguir, como fuese, la victoria, único resultado que le valía para seguir perteneciendo a la tercera división. En la segunda mitad, y con otro delantero de refresco, Labrada por Carlos, el Bembibre salía mentalizado de la necesidad de goles, poniendo cerco insistentemente sobre Fran y donde éste respondió una y otra vez erigiéndose en el artífice de que el Bembibre no consiguiese ningún gol. Para más desgracias desaprovechaban los locales dos jugadas dentro del área, penalizadas con libre indirecto, y con un Rubén que en el 65 mandaba el balón al poste; luego sería Josines quien lo intentaba de nuevo pero un defensor manda el balón a córner cuando éste ya se colaba. Otra vez Josines hacía lucirse a Fran cuando ya se cantaba el gol en las gradas, siendo ésta la tónica de una segunda parte en la que el Bembibre quiso y no pudo. Estaba claro que los de Aláez tenían ya su sentencia. Rubén cabecea fuera un buen centro de Josines cuando ya el tiempo empezaba a culminarse. Era imposible, no había forma de acortar distancias. La impotencia se adueñaba según pasaban los minutos de unos jugadores que cada vez erraban más en su intento de marcar. Era imposible. La suerte estaba echada y no había forma de cambiarla. Los de Aláez, una vez acabado el encuentro lloraron apesadumbrados este acontecimiento que ha durado 24 años ya que este resultado no le valía al Bembibre mandándole a Regional tras una campaña mala donde ha estado siempre en la cuerda floja. La huella que deja este descenso era fiel reflejo en técnico, jugadores y directivos.