El «lapso de recuperación» pone a España en el mejor punto físico
Manuel Delgado Meco descarta que haya que hacer entrenamientos individualizados
Concluida este domingo en Las Rozas la primera fase de preparación para la Eurocopa, calificada técnicamente como «período de acogida en el que los futbolistas reconocen su potencial», el preparador físico de la selección española, Manuel Delgado Meco, se muestra convencido de que los internacionales llegarán en plenitud física a Portugal. Desde su dilatada experiencia en cuatro Mundiales y tres Europeos, ya que dirigió la faceta física con Miguel Muñoz, Luis Suárez, Vicente Miera, Javier Clemente y ahora Iñaki Sáez -Camacho prefirió a Carlos Lorenzana y le relegó a los sub-21-, el profe de España no comparte la extendida teoría de que la falta de títulos se deba a que los jugadores acudan agotados a las fases finales. Delgado Meco ironiza incluso sobre el tópico de la saturación de partidos en los futbolistas. «Este fenómeno sólo se produce cuando, por ejemplo, se echa tanta azúcar en un vaso de agua que no se puede disolver», bromea. «Sesenta partidos a lo largo del año son muchos, pero el ser humano está capacitado para superarse siempre y adaptarse a toda condición. Por eso hay gente capaz de vivir en el polo, en el desierto, en la montaña...», argumenta. Aunque a su juicio el futbolista está «vacunado, acostumbrado a competir cada tres o cuatro días durante toda la temporada», si en un momento se detecta que puede estar pasado de forma no hay trabas para corregir la preparación. «Esto es como cuando uno va en coche y se pasa la raya del semáforo. Mete marcha atrás, retrocede un poco y vuelta a empezar», aduce. Con un modelo fundamentado en la «alternancia, el descanso, la multilateralidad y la progresividad en la carga», Delgado Meco no plantea llevar a cabo métodos individualizados de preparación en función de los equipos de procedencia. No cree ni siquiera el físico español que los cinco hombres del Valencia y los cinco del Real Madrid presenten estados de forma contrapuestos. Entiende que quizá es más un problema anímico que físico el que los diferencia. «En la selección nos medimos por nuestros parámetros y si nos atenemos al último amistoso, jugado en Génova ante Italia, todos los futbolistas rindieron a un alto nivel, sin que se observaran parámetros distintos en función de los clubes en los que militan», explica. De todos modos, tanto Delgado Meco como los médicos de la selección deberán analizar los resultados de la analítica y tomarlos como base para una correcta puesta a punto. Lejos de convertir estas dos semanas de concentración en una especie de pretemporada, ya que en opinión del preparador físico sería «absurdo volver a meter mucha carga, tal y como ocurre en verano», ahora se trata de «enlazar los esfuerzos de todo el año y mantener la forma». A partir del martes, la intensidad de los entrenamientos aumentará, tanto en la resistencia como en la fuerza, y Sáez comenzará a trabajar la estrategia. El amistoso del sábado frente a Andorra, en Getafe, marcará el punto de inflexión.