Igual esquema que en Lleida pero con más juego ofensivo
Aguiar volvió a difuminar al rival en la zona ancha a base de la contención de Ivo y Soto
El equipo que presentó Sánchez Aguiar sobre el terreno de juego no varió ni en jugadores ni en el planteamiento del técnico madrileño. La alineación que presentó Aguiar sobre el césped sólo cambió en un jugador, la vuelta al once inicial del capitán Fran a costa del canterano Roberto Landáburu. En cuanto al esquema táctico empleado por el técnico madrileño, no significó planteamientos diferentes a los diseñados en el Camp d'Esports de Lleida. Un 4-2-3-1, variante sofisticada del tradicional 4-4-2, que no dejó maniobrar al filial del Celta en el centro del campo. Carlos Sánchez Aguiar volvió a acertar con el dibujo empleado, hasta dejar en evidencia al rival, que fue incapaz de sobreponerse a la capacidad de contención empleada por el técnico culturalista. Tanto Ivo como Soto ejercieron con suficiencia de medios defensivos, que imposibilitaron el camino para las llegadas de los bisoños promesas celestes. El planteamiento táctico desarrollado por Carlos Sánchez Aguiar resultó cien por cien auténtico, con resultado pleno, como quedó plasmado en el resultado final del compromiso deportivo. Por momentos, con el balón bajo la disposición de los culturalistas, el esquema táctico se convirtió en el tradicional 4-4-2, que buscó la iniciativa de la sociedad Rubén Suárez-Paulino, como mejor arma para abrir la portería de José Juan, un portero irregular por lo demostrado sobre el césped del Amilivia, sobre todo por los dos goles encajados, el segundo y el tercero, que contaron con su colaboración. Otro de los factores que influyeron en que el rendimiento del dibujo diseñado por Carlos Sánchez Aguiar fuera el idóneo se debió a la capacidad del interior derecho Fran en el uno contra uno y también a su entrega en cuanto a su sangre caliente para poner en evidencia al rival, con algún túnel coreado por la grada. Con el marcador a favor, con el tres a cero en el marcador, Sánchez Aguiar decidió no forzar a Paulino, tocado, tras festejar el primer gol, de su rodilla derecha. La sentencia al encuentro propició que algunos de los futbolistas de la Cultural que gozan de menos minutos tuvieran tiempo para demostrar sus condiciones para dotar de más velocidad y calidad al engranaje culturalista. Con un Celta B más adelantado en la última fase del encuentro, el entrenador Sánchez Aguiar trató de sorprender al filial celtiña con algún gol que incrementase la cuenta, por aquello del golaverage final, si fuera necesario. Esta labor se la encomendó a Raúl Ibáñez. La velocidad del punta valenciano fue tenida en cuenta, aunque dispuso de muy pocos balones para jugarlos de cara a un mejor balance ofensivo. El esquema táctico del técnico madrileño volvió a manifestarse tan sobrio como eficaz. Sabe lo que hace en cada momento.