Los fracasos de Bembibre y Promesas marcaron la Liga
El conjunto rojiblanco pierde la categoría y el ponferradino se queda sin fase de ascenso
Se consumó la tragedia y el fracaso. Los dos equipos leoneses que afrontaban la última jornada con algo en juego no pudieron llevar a buen puerto su nave respectiva, aunque en el caso del Promesas fuera por causas indirectas. El Atlético Bembibre tenía todo a su favor para conseguir la permanencia una temporada más. Un triunfo sobre el Almazán, que ya había eludido el descenso la jornada anterior, hubiera sido suficiente para que el club berciano iniciara su 25 campaña consecutiva en Tercera División. Su derrota y el triunfo del Arandina, esperado por otra parte, sobre el Sporting Uxama a domicilio, condenaron a los de José Aláez a la 1.ª División Regional de Aficionados, aunque esto no fue nada más que el epitafio de un descenso anunciado. El enfrentamiento entre la junta directiva de la entidad y el consistorio, junto al segundo intento de Casimiro Díez de completar una plantilla de marcado cariz berciano también pasó una excesiva factura, al mermar el potencial de un club que no hace muchas temporadas se clasificaba sistemáticamente para disputar la fase de ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. El Promesas Ponferrada también pagó un excesivo tributo a sus veleidades. El elevado número de fichajes en el mercado de invierno surtió el efecto contrario al esperado, al desconcertar a una plantilla que hasta ese momento había dado muestras de unidad y que vivió momentos de incertidumbre al tener que hacer sitio los que estaban a los que llegaban por tener cursado el número máximo de licencias permitido. El relevo de José Díez por Ángel Crego tampoco fue la solución, porque los números del técnico salmantino han hecho bueno al leonés en un corto espacio de tiempo. Faustino Pérez, que hacía muchas fechas que ya no confiaba en José Díez, debió haberle dado la baja con anterioridad y no provocar mayor incertidumbre alimentada con varias jornadas entrevistándose con técnicos antes de proceder a la destitución del entrenador. Pese a ello tuvo la clasificación en su mano, pero no supo aprovechar el doble tropiezo de Guijuelo frente al Salamanca B y Real Ávila ante la Cultural B en la misma jornada, al caer sorprendentemente ante el descendido y colista del grupo Sporting Uxama en tierras sorianas por 3-2. Aun así, el Promesas cumplió con su cometido y no dio ninguna opción al Atlético Tordesillas, pero el empate cantado entre Guijuelo y Real Ávila dejó al equipo leonés con la miel en los labios y comenzando a pensar en la próxima temporada. La Cultural B acabó en una espléndida octava posición, cimentada en una gran segunda vuelta y en un final de temporada eléctrico. La Bañeza se despidió con más pena que gloria. Tras estar toda la primera vuelta en la zona alta de la tabla, terminó sumido en la mediocridad para concluir en la décima posición. La Hullera supo rentabilizar los buenos resultados conseguidos en los dos primeros tercios de la competición. A pesar de la zozobra vivida en la recta final del campeonato, el equipo de Ciñera nunca corrió verdadero peligro de descenso.