Diario de León

El triunfo de Ponomariov sirvió de apuesta por las jóvenes promesas

La cita leonesa se centra en los «niños precoces» y está en la vanguardia de los torneos similares

Radjabov, con quince años, jugará hoy simultáneas en el Club de Prensa

Radjabov, con quince años, jugará hoy simultáneas en el Club de Prensa

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Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Aunque el Magistral siempre se caracterizó por la corta edad de sus participantes sin embargo nunca lo había sido tanto como el pasado año en que el actual Campeón del Mundo Ruslan Ponomariov de 28 años, se alzó con el triunfo desbancando a un Anand que lo había ganado en tres ediciones consecutivas. La juventud irrumpía así de forma inopinada en una competición que dejaba atrás dieciséis años de luchas entre jugadores de las más diversas edades. Pero lo que esta decimoséptima edición nos depara es algo que sobrepasa los límites de la juventud, para rozar los de la pubertad. Alexis Shirov, 31 años y el quinto jugador del ranking mundial tendrá como rivales a otros tres grandes maestros cuyas edades no sobrepasan los 28 años. Así el ruso Svidler, tres veces campeón de Rusia, no sobrepasa la treintena, Paco Vallejo excampeón del Mundo sub-18 a penas alcanza los 19 años y Teimur Radjabov, el verdugo de Kasparov en Linares, está en plena pubertad con 15 años. Un evento de «niños precoces» con la fuerza de auténticos supergrandes maestros de edades provectas. En León vamos a presenciar sin duda en esta XVII edición luchas emocionantes, libradas en condiciones parejas de fuerza, edad y talento. Ausentes ya los ordenadores que aportaban su frialdad, su cálculo despiadado y su impasibilidad en las posiciones más complicadas, ahora sólo resta la capacidad humana ante el tablero. El sentido de la orientación en las posiciones más enmarañadas y ese poder de concentración y olfato analítico para encontrar el camino más correcto donde la máquina solo podía analizar y analizar variantes de forma meteórica para llegar a una conclusión que no siempre era la más exacta ni tampoco la mejor. En este sentido el ajedrez del futuro, como también es conocido esta modalidad del Magistral, tiene muchas ventajas sobre el método tradicional de los matches. En primer lugar por la agilidad. Ahora la premura lo contamina todo y en ajedrez eso redunda en incrementar el espectáculo en detrimento de la exactitud, la belleza y la exquisitez. Pocos organizadores actuales se atreven ya con aquellos torneos sistema liga que duraban un o dos meses y otorgaban a su ganador la categoría de campeón del mundo, El aficionado lo que ahora quiere es «sangre» a raudales. Muertes súbitas, o jaque mates enloquecedores, sin importarle demasiado si el fin justifica los medios. Y en eso el Magistral camina a la vanguardia de todos los torneos similares. La emoción, la lucha y la tensión están presentes desde que el reloj se pone en marcha y sólo se detiene cuando uno de los dos reyes rueda sobre el tablero escaqueado. En este sentido y sólo en este, su futuro está asegurado.

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