Momento crítico

«AVISO A LOS navegantes». Llegamos al ecuador de la fase de ascenso, a su justa mitad. Un momento crítico, muy importante para la solución final. Tercer partido de la liguilla, y en él los puntos cobran una dimensión considerable para la consecución del ascenso. Más, cuando ya parece haber quedado despejado el panorama, y la visión, clara, diáfana, muestra a dos equipos como serios aspirantes a ocupar la ansiada plaza en la Segunda División A. Es un gana-pierde con incidencia en el logro del objetivo perseguido. Necesariamente la Cultural tiene que ganar en Vigo, ante el filial del Celta. Luego esperar, como el árabe en el dintel de su puerta, al resultado que el Lérida consiga en su campo con el Pájara Playas. Si las cosas suceden, cual es pronóstico generalizado, la jornada siguiente, con el Nuevo Amilivia como escenario del partido entre la Cultural y el Lérida, puede ser totalmente decisivo. Los cálculos son rotundos. Gana en esta temporada el Lérida y pierde la Cultural; prácticamente todo estaría visto para sentencia. La Cultural contabilizaría tres puntos, el Lérida nueve. Serían seis los puntos de diferencia, los mismos que restarían por disputar, ante rivales que nada tendrían ya que hacer, ni siquiera aritméticamente. Gana la Cultural y pierde el Lérida y el horizonte quedaría notablemente despejado, con un partido Cultural-Lérida totalmente decisivo. Ganan los dos y las espadas quedarían en alto, mejor afilada la de la Cultural quien sólo tendría que vencer en el Amilivia por más de un gol de diferencia. Así se muestra la teoría, complicada y hasta enrevesadamente. Variaciones y combinaciones, con el particular deseo de quienes quieran las posibilidades de su parte. Lo cierto, lo evidente es que esta jornada, en el mismo ecuador de la liguilla, tiene una importancia trascendente. En ella puede aclararse el horizonte nublarse. Del azul al gris,, o del gris al azul. Mucho en juego y una referencia, la del partido jugado hace ocho días en el Amilivia, que no da precisamente sólidos elementos para el juicio y para el pronóstico. Porque el Celta B se mostró excesivamente «dadivoso» regalando dos goles, particularmente uno de ellos, de auténtica verbena; porque los jóvenes jugadores celtiñas con calidad, se sabían observados por «ojeadores» y cada cual hizo la guerra por su cuenta, y porque en los minutos iniciales del partido, jugando en equipo, demostraron ser algo más que un cuadro desmotivado, sin tensión, sin esperanza. En su campo habitual, pequeño de dimensiones, pero excelente en su verde superficie, con los aficionados, que van a gozar de facilidades para presenciar el partido, tal vez con jugadores importantes que aquí no vinieron y el interés individual por mostrar y demostrar que sirven para el equipo del Celta en Segunda A, las cosas puedan cambiar ostensiblemente, amén de factores exógenos que pueden incidir en el lance.