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La cautela es el mejor arma de la selección española en Portugal

Raúl señala como claves el primer encuentro y el cuarto para poder calibrar las aspiraciones

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Publicado por
Luis Villarejo - madrid
León

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La selección española se presenta en la Eurocopa de Portugal con un equipo solvente, con variantes tácticas y alternativas potables en todas las demarcaciones, pero con la cautela como mejor argumento para intentar superar el famoso trauma de los cuartos de final, un techo que ha marcado a un buen puñado de grandes futbolistas en las últimas décadas. El equipo de Iñaki Sáez debutará en Faro frente a Rusia sin ir de favorito. Por fin. Jugar la repesca frente a Noruega fue una lección de humildad que ha puesto a los jugadores, a la prensa y al entorno español en el sitio que corresponde al fútbol español. Sólo desde la humildad, España puede llegar lejos. Y en ese reto se encuentra Sáez que tiene clara su apuesta, sin dejarse influir por agentes externos. No jugarán nunca de inicio con Valerón, Raúl, Torres y/o Morientes. Estima Sáez que tanto creador, tanto jugador de talento no es positivo en partidos serios, en encuentros de enjundia donde se necesita un mayor trabajo defensivo. Sáez apelará a un bloque sólido de medios centros donde tiene un buen catálogo para elegir. Albelda-Baraja, Xabi Alonso/Albelda, cualquiera de éstos últimos al lado del azulgrana Xavi. Todas estas opciones son válidas. Cuenta España con una mezcla de futbolistas que aúnan experiencia, madurez e insultante juventud. De la jerarquía de Helguera, Puyol y Raúl a la prometedora ascensión de Fernando Torres y la moral por las nubes de Fernando Morientes, que entra en la selección como un cohete después de firmar una impresionante Liga de Campeones con el Mónaco. El primero y el cuarto. Esos son los partidos clave en una Eurocopa o en un Mundial. Lo afirma Raúl, el capitán de España, que hace hincapié por tanto en el debut ante Rusia, el partido que suele servir para afianzar y elevar la moral de la tropa, y el cuarto, la eliminatoria de cuartos de final, que llevaría a España a jugar contra Francia o Inglaterra en el cruce. España no cambiará de sistema. Su 4-2-3-1 es innegociable. Con Iker de indiscutible portero, Míchel Salgado, Helguera, Marchena y Puyol atrás; Xabi Alonso y Albelda en el doble pivote; Etxeberría, Raúl y Vicente, y delante Fernando Morientes. Es el once tipo, un once abierto a un montón de posibilidades, entre ellas las de dar entrada a Valerón, Baraja y Torres en el segundo tiempo. Lo importante es configurar un grupo de 23 futbolistas. «Sólo con once no se ganan los campeonatos», dice Sáez con acierto habitualmente. Y en esa aventura anda Saéz. Convenciendo a la prensa y al aficionado que deje de pensar en líos, en alineaciones imposibles y en transmitir al público que la unión del grupo es el mejor aliado para conquistar el reto de ganar la segunda Eurocopa de su historia. Es relevante recordar que la selección ya ha ganado una. La de 1964, ninguneada por algunos y circunstancia que lleva a los internacionales de aquella época a reivindicar aquel título.