Rusia se aclimata al calor bajo el sol del Algarve para su debú ante España

Mientras los hombres de Iñaki Sáez ultiman su puesta a punto enclaustrados en un antiguo convento próximo a Braga, al norte de Portugal, los rusos prefieren refugiarse al calor del sur, en pleno Algarve, rodeados de lujosos campos de golf y apenas a cuatro kilómetros del mar, de la extensa y turística Playa Falesia. Si España vive y se entrena a unos 600 kilómetros de Faro, donde debutará el sábado -por ello tendrá que viajar la víspera y cambiar el lugar residencia-, Rusia se encuentra a sólo 15 y mantendrá intactos todos sus hábitos. Les basta con desplazarse cómodamente en autobús un par de horas antes de su examen inicial en el estadio de Faro-Loulé. El selecto Browns Sports & Leiser Club , un remanso de paz que contrasta con la movida localidad de Vilamoura a la que pertenece, es el lugar elegido por Rusia durante su andadura en la Eurocopa. Abierto todo el año, es lo más parecido a un club familiar para gentes adineradas, mayormente de origen británico, que sueñan con rayos de sol, palos de golf y tonificante brisa marina. El complejo donde pernoctan los rusos, con 32 habitaciones, está cerrado a cal y canto para ellos. Presenta todo tipo de facilidades para la práctica del deporte, tanto en sala como al aire libre. Muy a su pesar, los pupilos de Georgi Yartsev no gozan como quisieran de su paradisíaco enclave por razones de seguridad, por el pánico que los atentados del 11-M han provocado en la organización del Europeo. La delegación rusa, permanentemente vigilada por efectivos de la Guardia Nacional Republicana motorizados y a caballo, ha recibido órdenes expresas de no salir del recinto del hotel y de los anexos campos de entrenamiento. Aunque parecen víctimas relativamente sencillas de las poderosas Portugal y España, los rusos se han tomado la preparación muy en serio. Se ejercitan a diario en doble sesión y siempre que pueden a puerta cerrada. Antes de enfrentarse a España, sólo habrán practicado un par de veces en presencia de las cámaras, tal y como exige la Uefa.