Todo cerrado y muy bien blindado
La seguridad es la prueba más dura a la que se enfrentan los anfitriones durante la competición. Para evitar problemas, se han cerrado las fronteras y movilizado todas las fuerzas policiales, además de solicitado la ayuda de la Otan. Además, los policías extranjeros colaborarán con los 20.000 locales. Para cada encuentro serán convocados 4.000 policías.