Sin sorpresas en el equipo que saldrá desde el inicio Mostovoi pone un toque técnico al equipo ruso en el ocaso de su fútbol
Cumplirá 36 años en agosto, contribuyó al descenso del Celta en una temporada nefasta, se encuentra sin equipo y se agarra a la Eurocopa como tabla de salvación que le permita firmar un contrato de prejubilación. El «Zar» Alexander Mostovoi afronta en Portugal, donde jugó en el Benfica hace doce años, su última gran batalla internacional. Tras la pérdida por lesión del viejo camarada Víctor Onopko, se ha convertido en el abuelo de un combinado al que regresó de la mano del seleccionador Georgi Yartsev, tras muchos meses marginado. Con más de 60 entorchados internacionales, dice estar todavía fresco, dispuesto a liderar a Rusia igual que lo hizo en la Euro'96, donde dejó una grata impresión. Su fútbol representa la imaginación, el toque, el regate y el disparo certero. La falta fuelle, pero suple esa carencia con técnica y experiencia. Incluso el técnico se plantea la opción de situarle frente a España como referente, por delante de la defensa.