La hinchada, el mejor jugador
Los seguidores de la Cultural demostraron sobre el cemento del Amilivia que responden a la llamada del equipo cuando se requiere de su presencia en un partido de tintes decisivos
Los cánticos a favor del equipo leonés se sucedieron en el Amilivia
La grada respondió desde mucho antes del comienzo del trascendental encuentro entre la Cultural y el Lleida. Los seguidores culturalistas se congregaron en un número bastante amplio en el punto de encuentro, situado en la Plaza de la Pícara Justina. Desde este lugar se trasladaron al estadio de fútbol estadio Antonio Amilivia. Con una banda de música, con letras típicas de jolgorio y de fiesta, los hinchas culturalistas hacían presumir el mejor premio para una tarde en la que el ascenso a Segunda División de la Cultural estaba en juego. Conforme las manecillas del reloj se acercaban a la hora del comienzo del vital compromiso entre leoneses y catalanes, ambiente fue subiendo de tono, hasta alcanzar su punto más alto con el pregón desde megafonía de las alineaciones de los dos cuadros contendientes. Cada uno de los futbolistas de la Cultural fue coreado con estruendo por parte de un público volcado con los colores de su equipo. Pancartas en todo el estadio El estadio Antonio Amilivia, tanto por fuera como por dentro se encontraba decorado con innumerables pancartas de apoyo para los culturalistas. «Este año sí», rezaba una de las alusiones escritas adosadas en la fachada del estadio. Dentro, los escritos de ánimo todavía eran más elocuentes a favor del equipo leonés. «El ascenso a Segunda División, único camino de la Cultural». El jugador insignia del conjunto leonés también tuvo un apartado especial por lo que se refiere al ánimo expresado en los papeles. «Paulino, selección ya», recogía otra original señal colgada del fondo sur. La parroquia leonesa se portó con sapiencia futbolística. Se comportó por encima del rendimiento del equipo sobre el rectángulo de juego. Ni siquiera con el gol en contra cesaron las voces de ánimo sobre el equipo dirigido por Carlos Sánchez Aguiar. Con todo en contra y con la Cultural a punto del k.o. técnico, la hinchada leonesa demostró que mientras el balón está en juego es tiempo para el ánimo, no para comenzar a pitar y mostrar la desaprobación sobre múltiples interioridades del juego, que ayer se produjeron en el seno blanco. La afición de la Cultural diseñó el camino a seguir durante el transcurso del encuentro, pero el equipo ilerdense maniató a los jugadores. Con el empate regresó el júbilo. Hasta la afición se atrevió a increpar a los forofos visitantes.