Grecia basa el juego en su aguerrido y calculador «muro»
La selección ya cayó ante el equipo heleno en la fase de clasificación en Zaragoza
Los jugadores de Grecia realizaron ayer el último entrenamiento antes de medirse hoy a España
España ya sabe desde hace un año y una semana, cuando cayó frente a Grecia en Zaragoza (0-1), el muro de hormigón con el que chocaría en la Eurocopa si volvía a cruzarse en el camino con el germanizado equipo de Otto Rehhagel. El sorprendente triunfo de esta selección en el partido inaugural de Do Dragao, que puso patas arriba Portugal, no hizo sino confirmar que los helenos practican una copia del «catenaccio». «No somos defensivos, simplemente jugamos atentos y concentrados. Sólo así se puede ganar a equipos como Portugal o España, de mayor técnica», se justifica el veterano guardameta Nikopolidis. «Debemos esmerarnos en nuestra tarea y esperar la oportunidad», remarca Tsartas. «No tenemos estrellas pero jugamos juntos desde hace años, nos conocemos bien y es difícil ganarnos. Funcionamos como equipo», apostilla el rojiblanco Nikolaidis. No conquistará jamás con su fútbol el cariño del buen aficionado, pero Grecia ha conformado un equipo aguerrido, calculador, capaz de sacar petróleo de sus escasas llegadas. Como ayer pusieron de manifiesto los españoles, si se adelantan en el luminoso, estás casi perdido. Muy extranjerizado en su alineación tipo, donde al menos hay media docena de futbolistas que militan en fuertes campeonatos como el italiano o el inglés, en Portugal ya le comparan con el el Oporto, vigente campeón de Europa. Su estilo ultraconservador es irrenunciable. Les condujó a obtener la clasificación directa para la Eurocopa, tras seis partidos consecutivos con victoria y sin encajar goles, y a acumular 15 encuentros en más de un año sin perder, hasta que Holanda les puso en su sitio en un amistoso. Frente a los lusos, además, consiguieron su primer triunfo en fases finales de grandes campeonatos. Antes, se habían ido a casa en la Eurocopa de Francia-80, tras perder con Holanda y Chequia y empatar con Alemania, y también salieron por la puerta de atrás del Mundial de Estados Unidos-94 con tres derrotas y sin gol alguno en su haber. Grecia no se caracteriza por la elaboración del juego. Utiliza un fútbol muy directo, sin apenas transición entre el centro del campo y el ataque. Buscan pelotazos a dos delanteros aceptables como Charisteas (Werder Bremen) y Vryzas (Fiorentina), o Nikolaidis cuando juega, para que éstos aguanten la pelota hasta la incorporación de los mediocampistas. En esta línea abundan los perros de presa como Karagounis (Inter) -está tocado- Basinas (Panathinaikos) y Zagorakis (AEK). Junto al volante derecho Giannakopoulos (Bolton), no dudan en disparar a puerta a la menor opción. Sin un centro del campo con tanto «pitbull», la lenta defensa sufriría mucho más. Una zaga en la que Rehhagel alterna los dos o tres centrales. Frente a Portugal jugaron los contundentes Dellas (Roma) y Kapsis (AEK), ya que Dabizas (Leicester), indiscutible si está bien, sufría problemas en la espalda.