Los jugadores lusos confían en imponerse en la batalla ibérica del próximo domingo

Ha bastado un simple triunfo ante la débil Rusia para transformar la depresión portuguesa del primer día en euforia desbordante. Tanto es así que miles de lusos se echaron a la calle en todo el país para festejar el primer éxito parcial de sus compatriotas como si de un título se tratase. Nada comparable con la verbena que puede montarse si Portugal derrota a España en la batalla ibérica. Hasta bien entrada la madrugada, los centros neurálgicos del Algarve, Lisboa y Oporto, por citar sólo tres ejemplos, fueron un ir y venir constante de vehículos repletos de hinchas enardecidos, ataviados de rojo y verde, y convencidos de que España hincará la rodilla en el José Alvalade, frente a los anfitriones, ya seguros de sí mismos. Y ello a pesar de que Camacho, ex del Benfica y ahora en el Real Madrid, tranquilizó en parte a los españoles al declarar, en Radio Renascença, que «Portugal no aguanta la presión». «Si Portugal juega bien, al menos al nivel demostrado ante los rusos, tiene muchas opciones de ganar y estar en cuartos de final», sentenció Costinha. Más seguro del éxito se mostró Rui Costa. «Ahora vamos a ganar a España porque no cabe otra hipótesis». Deco, al Chelsea Deco, considerado el gran revulsivo local, cree fundamental «mantener el espíritu de grupo para vencer a España». El medio punta, nacido en Sao Paulo hace 26 años, confirmó lo que ya era un secreto a voces: su fichaje por el Chelsea de Roman Abramovich, pendiente sólo de estampar la firma y pasar el reconocimiento médico tras la Eurocopa, acompañando al técnico José Mourinho.