Grecia ratifica el adiós definitivo a la edad de oro del fútbol francés

Grecia acabó ayer con el mito de la selección francesa, el equipo europeo que arrasó en la última década, y se coló con total justicia en las semifinales de una Eurocopa que va a demostrar el punto de inflexión y de cambio generacional que vive el fútbol europeo. Grecia, sin complejos, se quitó de encima a Francia. Con un futbolista ejemplar, Theodoros Zagorakis. Es este uno de los jugadores más en forma del campeonato. Mandando con jerarquía. Pulmón y capitán, Zagorakis puso a Charisteas la ocasión de dar a Grecia la noche de su vida. Francia hizo un primer tiempo flojo. Este equipo nada tiene que ver con aquel famoso que arrasara en el 98 en su Mundial y en 2000 en la Eurocopa. Le falta a este equipo de Jacques Santini aquel vértigo de antaño. Se ve a una selección más castigada de lo normal. Ni Zidane anduvo cómodo, ni Henry entró por su sitio, por no hablar de Trezeguet del que no hubo noticias. Grecia, en cambio, sigue creciendo. Francia tuvo problemas en la creación. Cierto es que Grecia llegó a jugar con diez futbolistas por detrás del balón. Pero es que ni Dacourt ni Makelele ayudaron a dar criterio. Llamó la atención la escasa ayuda que tuvo Francia en la grada. Grecia nunca quiso ir a por el partido a lo grande. Renunció a la creación, se pertrechó atrás. Pero buscó la contra. Grecia depende y mucho de su capitán, Theodoros Zagorakis. Luce el número 7, es un centrocampista que conjuga casta y toque. Pero sobre todo aporta orgullo. Ya estuvo de notable contra España y hoy su concurso fue decisivo para que Francia se adelantara en el marcador. Desde el costado derecho arrancó Zagorakis con un balón vertical, se fue de Lizarazu y su pase medido fue mandado a la red por Charisteas de un perfecto cabezazo. Un golazo. Santini reaccionó de inmediato. Quitó a Dacourt y a Trezeguet. Salieron Wiltord y Saha. Un talante más ofensivo. De desesperación, pero desesperación inútil. EL ORDEN DEL fútbol está cambiando. Es la hora de buscar las causas por las que selecciones del cartel de Francia, Inglaterra, España, Italia y Alemania estén ya fuera del campeonato de una Eurocopa a las primeras de cambio. Las grandes estrellas de todas estas selecciones apenas si han aparecido. Henry y Trezeguet han sido los últimos desaparecidos en combate. ¿Por qué?. Seguramente por el calendario que soportan, pero también está ahí el desarrollo del fútbol en otros países, que crece a pasos agigantados. De todos los descalabros, llama la atención el fin de una época dorada de la selección francesa. El equipo más admirado, el más venerado, ha cumplido años para ir al abismo, quizás echando de menos a esos futbolistas que salen menos en la foto, pero que eran líderes en sus equipos. Se fue Deschamps, se fue Blanc, desapareció Desailly y Francia se ha ido consumiendo. Primero en el Mundial y ahora en la Eurocopa. Dos torneos sin éxito. El público que es sabio lo detecta. Y hoy llamó la atención ver las gradas de un estadio como el José Alvalade sin apenas aficionados franceses. Por lo que se ve no sólo en España estamos en período de reflexión. Santini ya anunció antes de la Eurocopa que se iba de la selección. Fichó por el Tottenham. Menos mal, porque así en Francia se ahorran el debate que, por ejemplo, en España va a dar que hablar estas semanas.