Moyá, único superviviente a la debacle de Wimbledon

Por tercera vez en la historia de los 118 años de Wimbledon se han jugado partidos en el primer domingo del torneo. Anteriormente esa ruptura de la tradición (el domingo en el All England Club se hizo para descansar) tuvo lugar en los años 1991 y 1997, siempre para recuperar el tiempo perdido a causa de interrupciones por la lluvia,. La habilitación de este domingo motivó que unas 8.000 personas durmieran a la intemperie con el fin de asegurarse una entrada para la jornada. Se pusieron a la venta 11.000 localidades para la central y 10.000 para la pista 1. En ambas, el lleno fue la respuesta de los aficionados. En esta jornada, que permitió a la organización reactivar el torneo hasta los octavos de final, cayó eliminado Feliciano López. El toledano protagonizó un duelo de cañoneros con el croata Ivo Karlovic, que mide 2,04 de estatura. El triunfo fue para el gigantón por 7/6 (12), 7/6 (3), 6/7 (2), 7/5 en dos horas y cincuenta y un minutos. Mientras el español sólo anotó 14 puntos de saque directo, el croata totalizó 39, con lo que en tres partidos suma un total de 94. Figura en el segundo puesto de la clasificación de los bombarderos. Por delante está el sueco Joachim Johansson, con 101 'aces'. Carlos Moyá es el único superviviente español en el cuadro masculino. Este lunes se enfrenta en octavos de final al australiano Lleyton Hewitt, con el que ha jugado en nueve ocasiones. El balance es favorable al balear por 5/4. Este año, sin embargo, perdió en el torneo de Sídney por 4/3 y abandono a causa de una lesión. Moyá aprovechó la jornada para entrenarse suavemente. Los octavos de final se jugarán así: Federer/Karlovic, Carlos Moyá/Hewitt; Florian Mayer/Joachim Johansson, Sebastien grosjean/Ginepri, Henman/Philippoussis, Malisse/Ancic, Spadea/Schalken, Popp/Roddick. Una cuenta pendiente Carlos Moyá aspira hoy a vencer al estadounidense Lleyton Hewitt, y saldar una cuenta pendiente, que le situaría además por primera vez en los cuartos de final de Wimbledon, donde sería el primer español en lograr esta ronda desde que Manuel Orantes lo consiguió hace 32 años. Para preparar este duelo, Moyá se ha refugiado y preparado convenientemente. En su regreso a Wimbledon después del 2001, el mallorquín ha preferido alquilar una casa donde vive con su entrenador y sus padres a unos 50 metros del All England Tennis Club, y ayer disfrutó de una sabrosa paella que su madre Una comida que compartió con Manolo Santana. Para Moyá el reto estriba en que podrá tomarse ante Hewitt el desquite de aquél partido que se le escapó en una situación memorable, la final de la Copa Davis en Melburne en el 2003.