Luis César emprende el vuelo

Luis César ha dejado de ser el entrenador del Racing. Ni siquiera el haber devuelto al conjunto ferrolano a la Segunda División en el tiempo récord de un año le ha convencido para seguir ligado al que ha sido su club durante las últimas doce temporadas, ocho como jugador y cuatro en el banquillo. El miércoles, después de apenas cinco minutos de reunión con el presidente, Isidro Silveira, el técnico arousano decidió emprender otro camino. ¿Se va o lo echan?: «Ni una cosa ni la otra, digamos que se ha acabado un ciclo, como si hubieran sido cuatro años de legislatura», contesta. ¿Y ahora?: «No lo sé, tengo alguna oferta de Segunda B y de Segunda, pero por ahora nada escrito. Hoy estoy en el Inem». Sin apenas tiempo para asimilarlo, Luis César Sampedro (Vilagarcía, 1966), en el verano del año 2000, cambió los guantes de portero y el pantalón corto por la camisa y la corbata. Silveira puso en sus manos un Racing que, veintiún años después, había regresado a Segunda División con José María Arteche en el banquillo. Un cierto escepticismo recorrió entonces algunos cenáculos del racinguismo: «El Racing en manos de un novato». Parte del entorno lo situó entonces bajo sospecha y, ni siquiera ahora, cuatro años después, parece haber espantado un estigma que le ha perseguido en su trayectoria en el banquillo ferrolano, con especial virulencia en el descenso de la campaña pasada. Relación con Silveira «Luis César no es un enchufado. Los que cumplen continúan con nosotros», había afirmado Silveira tras el estreno del entonces técnico más joven de Segunda División. Ahora, Silveira seguirá al frente de los despachos del Racing y Luis César espera retomar su carrera lejos de Ferrol. ¿Un desencuentro entre ambos? El técnico quiere despejar cualquier duda sobre la relación con el que ha sido su valedor en Ferrol: «A Isidro le debo todo profesionalmente y soy su amigo. Pero con un matiz, sí he sido su entrenador es porque le he interesado para esta empresa. A él no se le ocurriría ofrecerme un trabajo de gerente; me ofreció entrenar porque confiaba en mí». Aunque un recién llegado a los banquillos, el arousano se sentía un entrenador desde varios años antes, cuando mantenía interminables conversaciones de fútbol con su amigo y maestro Fernando Vázquez o con su propio presidente. «Ponerme como entrenador quizá fue impopular. Sabía que las críticas iban a ser duras, pero acepté porque creo que estaba y estoy preparado para el reto», decía Luis César después de acabar su primera temporada en el banquillo. Pero ni entonces ni ahora ha logrado convencer a un sector irreductible. ¿Ha claudicado Luis César?: «No -rotundo-. Yo sé de que va esto y que el entrenador está para que le insulten. Lo que sí me choca es la repercusión mediática que tienen los que me han insultado. De cualquier forma, estoy seguro de que los que ahora me insultarán, a la primera derrota insultarán al que venga». Aprobado ¿Es capaz Luis César de ponerse una nota a su trayectoria al frente del Racing?: «Cada año me pidieron a mí y a mis jugadores que nos mantuviéramos en Segunda. Por lo que dos años aprobamos y uno, con matices, suspendimos. En la última, nos pidieron subir y ascendimos, así que creo que he aprobado». El técnico asume como un ciclo su despedida del Racing. «Ha sido mi casa durante doce años».