Armstrong cierra indemne ocho días que se ceban con sus rivales

A Thor Hushovd, el ganador en Quimper de la octava etapa del Tour, le estamos viendo de todos los colores en esta carrera. Además del maillot verde y blanco de su equipo, Crèdit Agrícole, se vistió de amarillo, gracias a las bonificaciones, en la etapa de Namur. Este domingo ganó con el maillot de campeón noruego, tiene los títulos en línea y en contrarreloj de su país, y luego volvió al verde de su equipo. La despedida del noroeste de Francia acabó bajó una lluvia intensa, en una etapa corta, de 168 kilómetros, en la que la media horaria se fue a los 43,010 kilómetros por hora. Hushovd, un angelito de 81 kilos de peso, se salió en una llegada en ligera subida, haciendo valer su potencia, para vencer por delante del luxemburgués Kim Kirchen, Erik Zabel y Robbie McEwen. El final de etapa era propicio para que hubiese ataques y corredores como Bettini o Kirchen lo intentaron. También David Etxebarria se movió, pero con todos ellos pudo Hushovd, que se lleva todo por delante cuando sale en condiciones en una llegada. Se ha convertido en el corredor noruego con mejor historial en el Tour puesto que Dag Otto Lauritzen ganó una etapa en Luz Ardiden en 1987, pero nunca se vistió de amarillo, y Thor lleva dos. «Pude practicar ciclismo en Noruega porque mi familia vive en Grimstad, una estación balnearia en el sur del país, donde hay mucha menos nieve que en el norte» comentaba Thor. Vivir en el sur tenía sus ventajas, «pero también el incoveniente de que tenía que ir al norte para correr». En su país se ha convertido en una celebridad. El año pasado finalizó cuarto en la clasificación de mejores deportistas de Noruega, después del corredor de biatlón Ole-Einar Björndalen, el jugador del Manchester United, Solksjaer y el piloto de rallies, Peter Solberg. Cuando ganó como aficionado la París-Roubaix, la París-Tours y la Copa del Mundo de esa categoría no tenía ninguna cultura ciclista: «No había visto nunca una París-Roubaix y cuando gané el mundial de Valkenburg, no sabía ni quien era Johan Museeuw». El año pasado estuvo sobreentrenado y este ha cambiado varias cosas en su preparación. Primera parte de libro Hay dos corredores que han salido fortalecidos de esta primera semana de carrera. Uno de ellos es Lance Armstrong, que tiene ventaja sobre todos sus rivales. Tyler Hamilton está a 36 segundos, Paco Mancebo, a 43 segundos, Jan Ullrich, a 55 segundos, Iván Basso, a 1:17, Igor González de Galdeano, a 1:19, Roberto Heras, a 1:45. Iban Mayo está a 5:37, Haimar Zubeldia, a 5:42. Lo más curioso es que de ese lista de corredores hay dos, Jan Ullrich y Paco Mancebo, que apenas si han tenido percances. En el caso del corredor de Balears hasta les ha quitado dieciocho segundos a Lance Armstrong y a todos los favoritos. Jan Ullrich ha estado desaparecido y se encuentra a 1:02 de Armstrong, más tiempo que el que había perdido otros años. En el prólogo, el manager del equipo T-Mobile, Walter Godefroot estima que cedió «cinco segundos más de lo esperando», es decir, quince en vez de diez. Más que un problema de tiempo fue una cuestión moral. El día de los pavés, el T-Mobile trabajó mucho, aunque Godefroot dice que «cuando teníamos dos minutos de ventaja les mandé parar». El equipo T-Mobile para el Tour está formando en función de Jan Ullrich, a diferencia de otros años, en los que Erik Zabel tenía varios corredores a sus disposición. La diferencia con Lance Armstrong es que ha sacado ventaja en todas las oportunidades que ha tenido.