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La escuela de Machín en el Mapei se deja ver en la primera semana

Buena parte de los corredores que están destacando este año se formaron con el técnico vizcaíno

Elmiger, Pereiro y Hamilton, corredores del Phonak, en el inicio del día

Publicado por
Benito Urraburu - quimper
León

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Todos son jóvenes y casi todos son buenos. Fabián Cancellara y Filippo Pozzato tienen varias cosas en común. Son la nueva generación del ciclismo mundial que está llegando a los primeros puestos en pruebas importantes, los dos han ganado etapas en el Tour, y ambos corrieren dos años, más unos meses, a prueba en la formación Mapei de jóvenes. Un grupo que tuvo que formarse en el GS3 puesto que no había forma legal de meterlo en la primera categoría del ciclismo mundial, salvo cambiándole el nombre, poniendo Quick Step por delante, algo a lo que se nego el dueño de Mapei, Giorgio Squizi. Aquel equipo tenía un director español, José Antonio Fernández «Machín», actual responsable del Saunier Duval, que dirigió tanto a Pozzato como a Cancellara: «Con Filippo hablé después de que ganase en Saint Brieuc. Primero le mandé un mensaje y luego estuve hablando con él». El técnico vizcaíno no descansa. Este domingo estuvo viendo la Vuelta a Vizcaya para juveniles, «para ver corredores. Estoy siguiendo a un italiano muy bueno, Eros Kapequi. La verdad es que tengo controlados a muchos chavales. Me gusta mi trabajo». Con Saunier Duval muy cerca de entrar en el UCI Pro Tour para el 2005, Machín recuerda aquellos dos años en Italia como si fuese ayer: «¿Como no me voy a acordar de aquel equipo? Era un juguete. Nunca he visto tanto talento joven reunido. Teníamos 14 corredores. Yo pensaba que al menos doce podían llegara profesionales». Y de esos doce, «seis pensaba que podían ser el futuro del ciclismo mundial. Michael Rogers (QuicStep), Fabián Cancellara (Fassa Bortolo), Eugeni Petrov (Saeco), Filippo Pozzato (Fassa Bortolo), Patrik Sinkewitz (Quick Step) y Bernhard Eisel (Française) eran muy buenos». Calendario exótico Decía Machín: «Hicimos una apuesta a principios de temporada. Yo les decía que íbamos a ganar más de 40 carreras y ellos que no. Ganamos 50. Eisel suena menos que los otros, pero es muy bueno, rápido, un corredor de clásicas. Alan Davis, el australiano del Liberty, también estaba allí. También Aurelian Clerc (Quick Step), que es un esprinter de categoría». El primer año de estos jóvenes en Mapei se encontraron un problema: «Los chavales sólo podían cubrir huecos que dejaban los hombres importantes del equipo y así no podíamos seguir. Por eso buscamos una solución, la del GS3, con la que yo y la mayoría de los corredores no estábamos muy de acuerdo, pero no teníamos otra solución». Con un equipo plagado de talentos, «nos vimos obligados a cubrir un calendario de lo más exótico. Corrimos en Cuba, en Sudáfrica, en la República Checa, donde podíamos. Si Mapei hubiese seguido, doce de aquellos corredores estarían con ellos en profesionales. Son todos muy distintos. Sinkewitz es un buen corredor para pruebas por etapas y si hubiese venido al Tour no estaría lejos de los primeros». No tiene dudas al afirmar que el más clase tiene de todos ellos es «Pozzato. Si se marca un objetivo es de los que no falla. Se meterá en los cortes, buscará la escapada, pero es muy raro que falle». Preguntado «Machín» sobre a quién de todo ese grupo ficharía si tuviese dinero, lo tiene claro: «A Cancellara y a Pozzato, con muchas diferencia. Si todavía tuviese más dinero cogería a Roogers y a Cancellara. El que más potencial físico tiene es el suizo, pero el que más clase tiene es Pozzato». Recuerda que en aquel equipo también estaba un italiano bastante bueno, «Cheula, Zanotti, que era campeón de Europa de mountain-bike, Gasparre, Willens. Todos no tenían las mismas condiciones. Fue el año que más me he divertido».