León desmantela casi toda la plantilla que llegó a semifinales

Baloncesto León emprende una nueva etapa en la que tan sólo dos de sus jugadores formaban parte del plantel que la campaña pasada llegó a las semifinales de la liga LEB. El recién renovado Martín Ferrer, que cumplirá su novena temporada en el club, y Michael Higgins, que aterrizó en el equipo a mediados de la temporada pasada, se han convertido en los dos únicos hombres que continúan a las órdenes del entrenador Ángel Jareño. Bien es cierto que aparte de los dos pivots, otro par de jugadores ya tuvieron la oportunidad de disfrutar de algunos minutos (aunque su presencia fuera casi testimonial) a las órdenes de Jareño durante el curso baloncestístico 2003-2004. Se trata de los jóvenes del filial Javi Vaca y Franco Rocchia, que este año completarán el grupo de doce jugadores que tendrá a su disposición el técnico madrileño. En definitiva, del conjunto que alcanzó las semifinales de la LEB y estuvo a un paso del ascenso de categoría, prácticamente sólo dos hombres se mantienen en el cuadro leonés. Resulta significativo que la directiva haya optado por desmantelar el equipo en vez de retocarlo, de rematar detalles, de buscar esas pequeñas piezas que pudieran aportar el salto de calidad necesario para subir de nivel. Ya durante el verano pasado se adoptó una solución parecida y sólo Julio González, Pepe Llorente y Martín Ferrer salieron indemnes de la quema. En este sistema de discontinuidad la llegada de nuevos jugadores más que necesaria se ha vuelto obligatoria. Durante el último mes, en Baloncesto León han recalado Pedro Rivero, José María Panadero y dos viejos conocidos de la afición como Borja Larragán y Rubén Bubi Méndez. Además, completarán el equipo otros cuatro jugadores que aún están por confirmar. En conclusión, Baloncesto León abordará el reto del ascenso con una plantilla totalmente remozada, que tendrá que luchar desde el principio de la pretemporada por solucionar la obvia problemática de la falta de compenetración entre sus jugadores. El técnico Ángel Jareño, que sí seguirá al frente del equipo, será el encargado de hacer funcionar los mimbres del nuevo plantel leonés.