Ademar abre en España la moda de fichar dos temporadas antes

Ni usted ha leído mal ni se trata de una edición adelantada de este periódico, sino de una nueva concepción de trabajo de la secretaría técnica del Ademar, una vez analizada la situación del mercado y sus movimientos de traslación. Los refuerzos de la plantilla, salvo raras excepciones, no se realizarán una vez acabada la temporada precedente. Ahora, los fichajes se cerrarán a dos campañas vista. Estamos en el verano del 2004; tiempo para empezar a pensar en el equipo del 2005-2006. El cambio de planificación ademarista intenta que no se vuelva a repetir la situación que se vive en estos momentos, con una cartera de trabajo exigua dada la puntualidad de los equipos para realizar sus deberes con respecto a los jugadores que finalizan contrato. Antes de lanzarse al exterior, todo el mundo arregla por anticipado el balance de lo que tiene en su casa, y al parquet veraniego sólo se acude para trueques o negociaciones en las que el dinero es la única llave de apertura. El nuevo esquema de trabajo no es ninguna novedad dentro del panorama internacional, ya que bajo sus parámetros se guían gran parte de los conjuntos más importantes de la Bundesliga. En cambio, el grueso de los clubes de la Liga Asobal no se han adentrado todavía en su método, por lo que Ademar será pionero en su importación, junto con Ciudad Real. Los manchegos ya tienen cerrada la contratación del jugador bielorruso Siarhey Rutenka para dentro de dos temporadas, cuando abandonará el Celje Pivovarna, actual campeón de la Liga de Campeones y verdugo de los ademaristas, para formar bajo las órdenes de Juan de Dios Román como local en el pabellón Quijote Arena. Segunda adaptación El equipo leonés aprende con este nuevo giro su segunda lección para adecuarse al mercado. Cuando la salida de Dragan Skribic se materializó, con rumbo fijo a Alemania, los responsables ademaristas variaron su política de renovaciones. En vez de esperar al mes de abril o mayo para empezar a entablar conversaciones con los jugadores a los que les caducaba contrato en junio, los despachos empezaron a abrirse en el mes de diciembre, para que no les volviera a pillar la helada sin haberse cubierto. El mejor ejemplo de que las cosas cambiaron para Ademar se plasmó con la apresurada renovación del contrato de Kristian Kjelling, que llegó a mitad de una campaña y antes de comenzar la siguiente se le amplió el horizonte cuatro años más. Con el tiempo, se ha podido ver que sin esta gestión el nórdico ya formaría dentro de las filas de THW Kiel. La dirección técnica de Ademar, pese a haber manifestado públicamente que no se efectuarán más fichajes, no pierde de vista el mercado a la espera de que pudiera suceder algún cambio que favoreciese sus intereses. Sin embargo, no hay ninguna necesidad perentoria según sus planteamientos, y con Viran Morros, que refuerza el centro del 6-0 defensivo de Manolo Cadenas, y Ole Erevik, portero.