Diario de León

Aitor González resucita y arranca al Tour por fin un triunfo de etapa

Euskaltel vuelve a quedarse con la miel en los labios y falla en la escapada buena del día

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Benito Urraburu - nimes
León

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Aitor González no tiene término medio. Es un corredor de extremos. El ganador de la etapa del día después de los Pirineos, el de la debacle de un buen número de ciclistas, estuvo vivo para atacar, a siete kilómetros y medio de la meta, en un grupo de diez corredores que se iban a jugar la etapa. Aitor se sacó la cadena que llevaba colgada al cuello y la besó: «Llevó colgado el anillo de compromiso de mi novia y la medalla que me regaló mi madre» explicó. Era un mal menor después de una temporada que no estaba siendo muy buena para el de Fassa Bortolo. Se podría decir que el corredor nacido en Zumárraga, pero residente desde los 11 años en San Vicente del Raspeig (Alicante) no levanta cabeza desde que ganó la Vuelta a España de 2002. Fichó por el equipo de Giancarlo Ferretti, un técnico veterano, de 62 años de edad, con el que mantiene una relación de amor-odio, en función, según el corredor «de cómo van cosas. A todo el mundo le gusta ganar y si no ganas, las cosas no van bien. Siempre es igual». Su primer año con el Fassa Bortolo resultó aciago. Aitor González perdió la confianza de su técnico. Firmó por dos años y por eso sigue en el equipo, pero no continuará en 2005. La filosofía de Ferretti ha sido siempre la de luchar por triunfos parciales, carreras de un día, etapas. No ha sido nunca un hombre que disponga de un líder para la general. De hecho, Iván Basso estuvo tres años con él y le dejó marcharse «porque cobraba mucho dinero para no ganar nada». Ferreti, en todos los equipos en los que ha estado, Bianchi, Ariostea, MG y Fassa Bortolo no ha tenido nunca un líder sólido. «He visto el momento» Sólo ha ganado a lo larga de su dilatada historia dos Giros de Italia, con Felice Gimondi, en 1976, y con el belga Johan De Muynck, en 1978, en una carrera que suma ya ¡800 triunfos como director! Fichó a Aitor González para cubrir el hueco que dejó Francesco Casagrande y la operación no le salió bien, a pesar de que en la carrera que debutó con su nuevo maillot, el Giro de Regio Calabria, venció. Su fichaje con los italianos resultó problemático puesto que apareció un contrato firmado con el Domina Vacance y el tema finalizó en la UCI. La de este domingo es su tercera victoria con el Fassa Bortolo. El año pasado ganó una contrarreloj del Giro, que terminó en el puesto diecinueve y abandonó en Tour y Vuelta. «Para ganar en una escapada de ese tipo era más importante buscar el momento idóneo que las fuerzas que se podían tener. He visto el momento con claridad y lo he sabido aprovechar» explicó un Aitor González que se mantenía sereno ante el triunfo logrado. Era uno de los componentes de una fuga de diez corredores en la que estaban Igor González de Galdeano (Liberty), Egoi Martínez e Iñigo Landaluze (Euskaltel), Santiago Botero (Euskaltel), Nicolás Jalabert (Phonak) y el propio Aitor González, junto a Fedrigo, Wrolich, Lotz y Mengina. Logro Aitor González el triunfo número cien del ciclismo español en el Tour desde que el catalán Salvador Cardona lograse el primero, en 1929. El último había sido el de Pablo Lastras, el año pasado. Esa escapada conseguía minutos de diferencias sin problemas y nos recordaba a otra fuga maratoniana en la que se metió Aitor González, cuando corría con el equipo Kelme, en Pontarlier, en la que le dejó sin victoria el holandés Erik Dekker, en 2001. Fue la famosa fuga en la que el grupo llegó con 35 minutos y 54 segundos a la meta, lo que le permitió apurar a François Simon su maillot amarillo hasta los Alpes. En esta ocasión, la diferencia sobre el grupo fue de 14:12, con unos parámetros de escapada muy parecidos. Aitor no quiso cometer el mismo error que entonces, no se arriesgó a una llegada en grupo. El primer corredor en atacar fue Igor González de Galdeano. Egoi Martínez tiró a por él. No le gustó la actitud del corredor de Euskaltel a Igor: «No sé si Egoi ha recibido órdenes del equipo, pero no me ha gustado nada que salté a por mí». El siguiente en intentarlo fue Aitor González. Todo el mundo se miró en la escapada y el corredor del Fassa se marchó directo hacia el triunfo. Euskaltel, que este domingo estuvo dirigido por Miguel Madariaga al sufrir el coche de Julián Gorospe una avería, esperó mucho para mover a los dos corredores que llevaba delante, Egoi Martínez e Iñigo Landaluze.

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