Alonso expone credenciales para instalarse en el podio

El español Fernando Alonso (Renault), que el domingo acabó tercero en el Gran Premio de Alemania, en Hockenheim, subió de nuevo a un podio en el que podría instalarse en las siguientes carreras, en especial las dos próximas, en Hungría (Hungaroring) y en Bélgica (Spa), sus favoritas. El asturiano Alonso, corrió en Hockenheim su última prueba con 22 años -el próximo jueves celebrará cumpleaños- y no sería de extrañar que pilotase su primera carrera con 23 hacia un nuevo podio en el Hungaroring (afueras de Budapest), circuito en el que el 24 de agosto del año pasado hizo historia al convertirse en el piloto más joven -y el único español- en ganar un Gran Premio de Fórmula-1. Después de conducir -el 15 de agosto- en Hungría, en un circuito que le viene muy bien al Renault y, presumiblemente, con altas temperaturas, a sus neumáticos Michelin, Alonso correrá el 29 de ese mes en Spa (Bélgica), donde hace cuatro años hizo su particular agosto al ganar la prueba de Fórmula 3000 en un circuito técnico en el que su victoria le catapultó definitivamente hacia la Fórmula-1. De las otras cuatro carreras restantes, Monza (en Italia) quizá no le vaya tan bien; China (que debutará en el calendario el último fin de semana de septiembre, en el nuevo circuito de Shangai) es una incógnita y las dos últimas -Japón (Suzuka) y Brasil (Interlagos, en Sao Paulo)- vuelven a cuadrar con las cualidades del genial piloto del Principado y de su bólido. Alonso presentó sus credenciales a un puesto de honor en la mayoría de las carreras que quedan este año. De momento, despidió sus 22 años subiéndose al séptimo podio de su carrera deportiva. El tercero de una temporada en la que «se puede superar el número de podios del año pasado», según explicó el propio interesado después de su brillante actuación en Hockenheim, donde ganó de nuevo el de siempre: Schumacher igualó su propio récord de victorias en una temporada -once- y pilota seguro hacia un séptimo título que sólo perderá a causa de una auténtica tragedia. Si en la Fórmula-1 once de doce carreras las ha ganado el mismo, está claro que la emoción está por detrás de la gran máquina roja, la más fiable de todas, como demostró ayer Schumi al concluir su quincuagésima carrera sin avería de motor. Y fue por detrás del alemán donde se vivieron los momentos más emocionantes de la carrera de Hockenheim, con las pugnas de Fernando con el inglés Jenson Button, con Raikkonen y con todos los que se fue encontrando.