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La burla del cangrejo señal

Las normativas resultan contradictorias y obligan a preguntarse: ¿Para qué se veda una especie que se ordena exterminar?, ¿para que crien con más tranquilidad?

Publicado por
Ordoño Llamas Gil - león
León

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Cuando te decides a emplear tu tiempo de ocio ejerciendo la pesca del cangrejo señal, consultas inmediatamente el librito de normas editado por Icona, por el cual has de regirte para no tropezar con la legislación vigente, y observas que referido al cangrejo señal sólo existe una anotación que dice que la Consejería de Medio Ambiente dictará las oportunas normas indicando su período hábil y lugares autorizados. No comprendes esta demora, y ejerciendo de tu bien probada paciencia te dispones a esperar cuanto haga falta para conseguir tu propósito. Mientras tanto procuras ejercer tu afición a la pesca de estos crustáceos preparándote para visitar los lugares donde ha existido en abundancia el cangrejo rojo, tan denostado hoy después de haberlo introducido subrepticiamente, y acudes de nuevo al mencionado librito de normas. Para éste sí se han dictado normas abundantes y extrañamente contradictorias. Se considera claramente que esta especie es nociva para los ecosistemas acuáticos, por lo que se autoriza su pesca en todos los tamaños, así como no tiene limitación de cantidad, estando prohibido devolver a las aguas ni un solo ejemplar después de haberlo pescado. Esta norma se halla en contradicción total con la que regula su época de veda. ¿Para qué se veda una especie que se ordena exterminar; para que críen con tranquilidad? ¿Por qué se prohibe su pesca desde la presa de Benamariel en el río Esla hacia arriba y desde la desembocadura del río Jamuz en el Órbigo hacia arriba, si hay muchos tramos, mangas y lagunas que los tienen en abundancia en esas zonas? Pero vamos a ceñirnos a las normas dictadas para la práctica de la pesca del cangrejo señal, que tampoco tienen desperdicio: 1. En alguna provincia la apertura de la veda para este crustáceo se efectúa a primeros de junio en las zonas libres. Sin embargo, para pescar en los cotos tendrá que ser alrededor de un mes o dos mas tarde (1 de Julio en Zamora, 18 de Julio en Palencia y 1 de Agosto en Burgos). El cierre de la veda se efectuará en Zamora entre el 1 y el 8 de Agosto, en Palencia el 29 de Agosto y en Burgos el 29-31 de Agosto. En Soria y Segovia todos los tramos son libres, y en Burgos (sólo uno libre), Palencia y Zamora, todos los tramos son acotados. No hay que ser muy inteligente para comprender que esta norma no casa con una conservación equilibrada de la especie, y menos aún con un trato igualitario respecto a los tramos. Si las zonas libres son siempre las mas desamparadas y el número de pescadores es ilimitado ¿para qué se las expone a esta presión pesquera un mes o dos antes que en las zonas acotadas, sabiendo que todos los pescadores de cangrejos señal se concentrarán masivamente en estos lugares antes de tiempo? Se autoriza su pesca incluso antes que la del cangrejo rojo. ¿A qué estamos jugando, a desconcertar al pescador o a desequilibrar a la especie, perjudicándola gravemente? ¿No es mucho mas equitativo y conservador abrir la veda general en la misma fecha para todos los tramos, libres o acotados, cerrándola también en la misma fecha, como se hacía cuando éramos adultos? 2. El número de reteles es otra de las cuestiones desconcertantes: en los cotos cuatro reteles y en lo libre seis, excepto en Segovia, donde serán sólo tres. Después de sesudos congresos científicos se ha llegado a la conclusión de que en muchas zonas libres se pueden pescar más cangrejos y con más reteles que en los cotos, por lo que lo mas adecuado sería dar la vuelta a la tortilla, y acotar lo libre y liberar los cotos. ¡Por favor! 3. El cupo es otra de las aberraciones: tres docenas en un acotado es claramente un cupo deficiente, si tenemos en cuenta que en las zonas libres es de cuatro docenas (salvo en Segovia, que son dos), y no han tenido que abonar ningún permiso para pescarlos, y que, si el acotado está bien cuidado, no se tarda en sacarlos ni un par de horas. Tres docenas son como un aperitivo para el pescador y su mujer, pues no puede ni invitar a una o dos personas mas para celebrarlo. Desde mi punto de vista lo correcto serían cinco docenas, que darían lugar a emplear algún tiempo mas y a regresar algo mas satisfecho de la pesca conseguida. Y, si tenemos también en cuenta los desplazamientos que haríamos desde León a otras provincias de la Comunidad para estar pescando dos horas o menos, resulta cuando menos decepcionante y perjudicial por los gastos que ocasiona. 4. Luego, como pertenecemos a una Comunidad dispar o a una disparidad comunal, nos hallamos ante el hecho de que algunas provincias, como Valladolid, Salamanca y León, que no quieren que nadie pesque sus cangrejos señal (excepto los furtivos) no abren la veda de este crustáceo. Todo el mundo sabe que existen poblaciones relativamente abundantes de los mismos en varias zonas de la provincia, pero, al igual que nos ocurre con las truchas, seguiremos siendo mas papistas que el Papa. Lo nuestro ¡lo mejor!. La conclusión es bien sencilla: «Los pescadores de las zonas libres tienen mas derechos en cuanto se refiere a número de reteles, cupo de cangrejos y tiempo de desveda para pescarlos, con menos gastos. «Los pescadores de los cotos tienen menos derechos en cuanto a reteles, cupo de cangrejos y tiempo de desveda, además de que han de colaborar pagando un precio por los permisos para el mantenimiento de estos cotos. «Los pescadores de Valladolid, Salamanca y León no tienen ningún derecho a pescar en sus respectivas provincias este crustáceo, por lo que deberán proveerse de información para las zonas libres, permisos para los cotos, gasolina para consumir y paciencia con los respectivos dirigentes provincianos, desplazándose a otras provincias y aumentando la presión pesquera en las que siempre han sido mas generosas, como Soria, por ejemplo. «Como excepción podemos catalogar a Segovia, donde la generosidad de ser tramos libres queda difuminada ante la cicatería de sus tres reteles y veinticuatro cangrejos de cupo que, de existir una población normal, pueden extraerse en media o en una hora. Por tanto, de ahora en adelante podría autorizarse la pesca para cada hora (¡mas permisos para vender en los cotos!), colocando unos «cangrejímetros» cada cien metros, que servirían para controlar la hora autorizada, medir la talla y contar el cupo conseguido, y en vez de decir: «el día 20 voy a pescar cangrejos», tendrá que decirse: «durante la hora 18 del día 20 pescaré cangrejos; el resto del tiempo lo dedicaré a agradecer tan generosa limosna, solicitando la erección de un monumento dedicado a nuestros próceres, en el que tendrán que figurar ambos protagonistas: los próceres y los cangrejos exterminados, los rojos americanos y los señal, con una dedicatoria a la conservación».

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