El Atlético confió en su calidad para sentenciar la eliminatoria con el OFK Belgrado (1-3)

El Atlético de Madrid se colocó con pie y medio en la final de la Intertoto tras imponerse a domicilio al OFK de Belgrado, en un encuentro en el que destacó la actuación de centrocampista rojiblanco Colsa, que dotó al juego de los madrileños de un criterio del que había carecido en anteriores encuentros. La bronca del técnico rojiblanco, César Ferrando, tras la derrota (0-2) sufrida ante el Zlin checo en Madrid pareció surtir afecto en los rojiblancos, que desterraron de su repertorio los balonazos largos que tanto enfadaron al preparador levantino el pasado sábado. Uno de los principales responsables de esta transformación fue el cántabro Gonzalo Colsa, que hoy se volvió a enfundar la camiseta del Atlético tras jugar cedido en Valladolid y Mallorca los dos últimos años, que se erigió en el auténtico canalizador del juego rojiblanco. La presencia de Colsa, al que el colegiado le anuló un gol completamente legal a los doce minutos, permitió además mejorar las prestaciones de los argentinos Diego Pablo Simeone y Ariel Ibagaza, dos de los más damnificados por la mala imagen ofrecida ante el Zlin. Simeone, sin la obligación de construir, pudo centrarse en tareas defensivas, mientras que Ibagaza, sin la necesidad de bajar a la medular para recibir el balón, mostró todas sus cualidades como enganche, eso sí, beneficiado por la escasa presión que los serbios ejercieron sobre los atacantes rojiblancos. Precisamente, sería Ibagaza el encargado de anotar el primer gol del conjunto rojiblanco. Luego vendría el 0-2. A pesar de que los locales acortaron distancias los rojiblancos volvieron a poner tierra de por medio y dejar casi sentenciada la eliminatoria.