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Manuel Martínez deja un registro de 20,21 en vísperas de los Juegos

La final estrella de hoy, el 1.500, contará con los leoneses Sergio Gallardo y Sergio Sánchez

Publicado por
Fernando Miñana - almería
León

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Cada uno se quedó con lo que quiso. Penti, el vencedor, domó sus ansias y exhibió su obsesión por el primer puesto. Berlanas, el segundo, es diferente a la mayoría. Lo suyo son las sensaciones, la emotividad, nadar contracorriente. Elíseo, el tercero, es la humildad personificada y tuvo un recuerdo para Blanco, el quinto, la víctima, el que se queda a las puertas de los Juegos Olímpicos. La final de los 3.000 m. obstáculos fue un lujo. Una carrera para saborear. Intensa antes y después. «En la cámara de llamadas había mucha tensión; se podía cortar. Me ha recordado las historias que cuenta José Luis González, de sus duelos con Owett», explicaba Luismi Martín Berlanas, descalzo, luciendo un vendaje en el pie que le amarga la existencia. Pero la prueba se desarrolló al gusto de Antonio Jiménez Penti: escondido al inicio, frenando el ritmo después e imponiendo su velocidad final en la conclusión. La victoria tenía infinidad de connotaciones para el andaluz. Atrás ha dejado muchas penurias, meses de sufrimiento, encerrado en sí mismo. La explicación la daba él mismo con una fotografía que mostraba sonriente como el niño que se la entregó en la zona de meta. La instantánea recogía a un Penti abatido, consolado por Fermín Cacho, sentado sobre el tartán de Jerez, donde el año pasado se retiró. Ahora lucía la foto con orgullo. Acababa de cerrar una puerta con ayuda de Toñi Marcos, la psicóloga de la Federación Española que ha reforzado su mente, como la de otros tantos atletas. Reyes Estévez, poderoso Las semifinales de 1.500 eran uno de los platos más selectos de la primera jornada. No hubo patinazos destacables y lo más notable fue el poderío exhibido por Reyes Estévez. El catalán superó con facilidad a Juan Carlos Higuero en la última curva al tiempo que le hacía un desplante al burgalés por un manotazo insignificante. En la otra semifinal se produjo la convincente reaparición de José Antonio Redolat. El valenciano quiso reencontrarse con el triunfo con el beneplácito de Álvaro Fernández, que corrió mucho más cómodo. Las semifinales femeninas de 1.500 se convirtieron en un trámite. Las favoritas, sin grandes alardes, se clasificaron y punto. Eva Arias y Natalia Rodríguez, la rival a batir, se impusieron en sus respectivas carreras por delante de las hermanas Zulema e Iris Fuentes-Pila, respectivamente. La tarraconense y las cántabras son las que tienen la mínima para los Juegos Olímpicos junto a Nuria Fernández (tercera en la primera semifinal). Este domingo se disputarán las tres plazas. Será una de las perlas de la jornada. Los 110 metros vallas depararon una grata sorpresa protagonizada por Felipe Vivancos. El ibicenco se colgó la medalla de oro, pero el registro (13.49) fue su principal motivo de satisfacción, ya que le trasladan a los Juegos Olímpicos y le sitúa en el ranking nacional de todos los tiempos. La nómina de campeones fue amplia y entre ellos destacó la victoria del olímpico Javier Bermejo, que se confirmó como el mejor saltador de altura español de la actualidad con una marca de 2,25. Después intentó 2,30 para entrar en el 'olimpo nacional', pero esta es una barrera que tendrá que esperar. Otro campeón ilustre fue Manolo Martínez, una de las estrellas del atletismo español que sumó su undécimo título en peso con un lanzamiento de 20,21. En los saltos hubo sorpresas relativas. En longitud el triunfo fue para Concha Montaner. Nada extraordinario. Pero sí llamó la atención que parece ir recobrando el brío perdido, algo que demostró con su mejor salto de 6,59 (mínima B). La que no sale del atolladero es Niurka Montalvo, que se quedó en 6,12 y tres nulos que buscaban un registro digno, acorde a su calidad. En la pértiga salió triunfal Dana Cervantes, que pasó 4,40 a la primera y que intentó un nuevo récord de España sobre 4,50. El pulso lo perdió la plusmarquista nacional Naroa Agirre (4,30). Los títulos de hombres más rápidos de España fueron para Iván Mocholí (10.50) y Arantxa Iglesias (11.72), que acabó con el reinado de Carme Blay (seis títulos). Mientras que los mejores marchadores fueron Paquillo Fernández y María Vasco. Moisés Campeny fracasó en su intentó de lograr la mínima para Atenas, pese a lo cual se impuso en la final de lanzamiento de martillo con holgura (72,19). En triple salto el vencedor fue Eduardo Pérez (16,03). En disco, Irache Quintanal (55,05). En jabalina, Mercedes Chilla. Y en 5.000, Amaia Piedra (15:45.55).

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