Los cotos se preparan para iniciar la temporada de caza menor

La mayoría de las sociedades de cazadores que rigen los más de novecientos acotados con que cuenta la provincia de León están convocando sus asambleas previas a la apertura de la temporada de caza menor que se iniciará el día 15 de agosto con la Media Veda. La renovación o modificación de estatutos, altas y bajas de socios, estado de cuentas y fijación de cuotas junto con la normativa interna que rige en cada acotado, son los puntos que suelen figurar en el orden del día de las asambleas. Desde que la Ley de Caza de Castilla y León hiciese desaparecer los terrenos libres, quines deseen practicar el deporte de la caza han de disponer, necesariamente, de un coto privado. En este sentido cada coto tiene su propia reglamentación. La mayoría asocian a los propietarios o residentes en el Municipio, junto con los «hijos del pueblo» que por razones laborales han abandonado la localidad. En otras ocasiones se amplía el abanico a los cónyuges e incluso a los hijos. Otros acotados son regidos por sociedades de cazadores que ha tomado en arrendamiento los derechos cinegéticos directamente a los propietario o a las Juntas Vecinales. En estos casos las cuotas que se pagan son sensiblemente superiores. Las dificultades que entraña la obtención de licencias de armas, permisos y autorizaciones se dejan notar en la renovación generacional de los cazadores. El número de licencias que se expiden ha sufrido, desde la aprobación de la Ley de Caza de Castilla y León, un sensible descenso. También los métodos de caza han cambiado de forma notable. La falta de jóvenes con buenas «piernas» se deja notar en las manos cuando se caza la perdiz «a rabo». El salto o la espera son métodos más utilizados a diferencia de antaño, cuando el método más utilizado en las zonas abiertas de Tierra de Campos era la mano a cuatro o cinco escopetas que, a buen ritmo, movían los bandos hacia las zonas de cazadero. La Media Veda es, en este sentido, una caza más sosegada. Cazador y pero deben funcionar en perfecta simbiosis moviéndose sin prisa y batiendo a conciencia el rastrojo. Olfato y habilidad del can, puntería y destreza del cazador son las claves para lograr una buena percha de codornices, claro está, que la temporada se muestre propicia