El CAM puede con el Bribón pero el Caixa Galicia no cede
La embarcación gallega venció por tercer año consecutivo la cita de la Copa del Rey
El «CAM», patroneado por el Príncipe de Asturias, se impuso al «Bribón», con Don Juan Carlos en el timón, en la XXIII edición de la Copa del Rey de Vela, que desde el lunes hasta hoy se ha disputado en aguas de la Bahía de Palma y que, por tercer año consecutivo, ha ganado el «Caixa Galicia». En la categoría IMS 500, en la que ha competido la Familia Real, el «CAM», un Farr de 54 pies botado este año, con Don Felipe a bordo, se ha clasificado en tercer lugar, mientras que el «Bribón» se situó inmediatamente detrás, en el cuarto. El velero en el que ha competido la Infanta Cristina, el «Azur de Puig», también nuevo, quedó en el decimosegundo puesto, al que descendió el jueves pasado, después de que una reclamación de otros veleros le hiciera bajar desde el quinto, lugar que finalmente no ha logrado remontar. Josep Cusí, armador del «Bribón», comentaba esta semana, a mitad de regata, los malos resultados que ha dado este velero, el número trece con el mismo nombre, motivo por el cual será sustituido el próximo año por un barco nuevo que ya se construye en un astillero de Nueva Zelanda. Esta noche, la Familia Real presidirá, en el Club Naútico de Palma, la entrega de trofeos a los ganadores en las tres categorías que se han disputado: IMS 500, 600 y 670. Tras el «Caixa Galicia», con Santiago López Vázquez en la caña y Vicente Tirado como armador, líder indiscutible de la regata IMS 500 desde el primer día, obtuvo el segundo puesto el «TAU cerámica-UBS», un 57 pies estrenado este año con Laureano Wizner al timón y Javier Banderas -hermano del actor malagueño Antonio Banderas- como armador. Para celebrar su triunfo, y antes de la entrega de trofeos de esta noche, corrió el champán entre los ganadores a su llegada al Naútico, y algunos de ellos fueron arrojados a la piscina, como es costumbre entre los regatistas. Con mucho calor y ausencia de viento -circunstancia esta última que a lo largo de la semana ha traído de cabeza a la organización de la Copa- se echaron esta mañana a la mar los noventa y cinco veleros -las banderas españolas, italianas y francesas eran mayoría-, en la última jornada de la que está considerada la mejor de las regatas que se celebran en aguas del Mediterráneo. Más de una hora tuvieron que esperar los veleros en el campo de regatas la llegada de los vientos, que finalmente se presentaron, aunque cambiantes, pasadas las dos de la tarde. Debido a ello, la organización suspendió la prueba.