Por ética... y por estética

ANTES DE ENTRAR de entrar en materia específica de titulares, complementemos el «apartado testimonial» de las dos últimas semanas. Mensajes luchísticos dispersos y ajenos. Declaraciones públicas del campeonísimo Héctor García en fecha reciente, al hilo de la preocupación que siente por el futuro e incluso por el presente de la lucha leonesa: «Creo que nos hemos estancado, me da la impresión de que en las instituciones contamos poco, que no se acuerdan mucho de la Lucha, que los medios de comunicación también han bajado un poco el nivel de seguimiento, en los periódicos pues para las televisiones prácticamente ni existimos y en las radios tampoco cuentan mucho con nosotros y, lo que me parece más preocupante, la atención a la lucha leonesa de base se está diluyendo. Creo que están trabajando cuatro y hay muchos beneficiándose de ello, aprovechándose. Y si matamos la base, matamos el futuro (...) Cara al año electoral, se ha entrado en una dinámica complicada. Algunos se han ido quemando y por otra parte, hay gente que no aporta nada y está ahí y a otros que podían aportar se les da mucha caña, se les margina. El futuro pasa porque seamos capaces de sumar fuerzas, de dar cabida a todos los que tienen algo que ofrecer y comenzar a pensar que todo el que sume vale y el que reste o no haga nada debería dejar camino a otros con nuevas ideas. Como contrapunto a la «unanimidad testimonial», a los anhelos de cuantos testimonios hemos venido recogiendo, la dura y triste realidad de la Lucha Leonesa, parece que va -se desliza... o se precipita- por otros derroteros muy distintos. Lamento y desencanto de R.L.R. «Eso de que León está de moda no se nota en cuanto al impulso de valores leoneses (y ya no digamos el valor supremo de su autonomía uniprovincial). Pasó la visita del Secretario de Estado para el Deporte y toda su parafernalia y escenificación -mimetismo zapateril- y los políticos de león no se atreven ni a tocar el tema de una Federación de lucha leonesa no sometida al yugo castellano (¡hasta la lucha leonesa!). Pues nada de nada, no se aborda ni siquiera el nivel de declaración de intenciones como consideración hacia el primero y más leonés de los deportes. Se ve que les colmó y desbordó «el cuerno de la abundancia» en versión cazurra; siguen la «nube de la resacazapatera». Más que en una nube, en las nubes si que están estos políticos cobardes, oportunistas y antileoneses». Y es que parece como si la Lucha Leonesa no sea historia y haya de ser más bien prehistoria («prehistórico subdesarrollo»). Y desorbitada por lo de «Fuera de órbita», fuera de sitio y de lugar (desorbitados presupuestos al margen). La casuística es muy prolija; arriesgándonos a simplificar en exceso: se antepone el mercantilismo a todo, se obvia la Leonesidad -insensibilidad regional-, comodidad de la rutina antirrenovadora, pánico a innovar y modernizar... Y haciendo alguna concesión a la frivolidad: anclaje en la rutina del «aluche de la boina y del lejos de nosotros la funesta manía de pensar». Lo que hace diferente a la Lucha Leonesa, más que la antigüedad y la tradición es el empecinamiento en lo más arcaico, cutre y hortera que rodea a nuestro deporte. Se precisaría un cambio de rumbo. Romper moldes. Pero la realidad no avala que nos hagamos ilusiones a corto plazo. Por ética -austeridad y decencia- y por estética -presentación y puesta en escena- circunscribiéndonos a la presente Liga de Verano, ya se empieza mediáticamente por reincidir en un lanzamiento del Calendario a través de encubiertas publicidades en base a extrañas componendas y apaños ¿Ético? Pues la estética entre comillas no le va a la zaga: se resalta lo folclórico -folclóricamente antiestético- de una chica luchando con chicos y sin calificarlo de grotesco o esperpéntico... o patético (¡por estética mismo!) y sin reclamar para nada la creación de una específica Lucha Femenina a la manera de la lucha canaria o de cualquier modalidad deportiva; Lucha de Base, lo insuficiente de los 4 pesos, la escasez de participantes en Semipesados o Pesados, el problema de las lesiones y este caso si que luchística ética y por luchística estética.