Mario Pesquera sólo lucha por evitar cualquier dosis de euforia

Mario Pesquera, seleccionador nacional español, libra una batalla constante contra la euforia desde el sábado pasado, cuando España cerró su preparación olímpica invicta y con sendas victorias frente a Grecia y Argentina en Madrid, porque se niega a que su equipo sea «favorito contra todos los rivales». «Estamos muy sólidos. Hemos entrenado muy bien, hay muy buen ambiente, el equipo está alegre y las cosas van sobre ruedas, pero así también están otras selecciones. Vamos a jugar partidos que van a estar en cuatro, seis u ocho puntos, así que podemos ser favoritos hasta un poco favoritos con algunos, pero me resisto a que seamos favoritos contra todos», indicó el seleccionador español. Pesquera no ha parado de estudiar a China, el primer rival olímpico de España, desde hace días. Ha visto vídeos y más vídeos del conjunto asiático. Toda su preparación, sin dejarse un solo partido. Es más, China es lo único que ahora ocupa su mente. «No se está viendo el verdadero potencial de los chinos. Ganaron a Australia por dos puntos, pero a seis minutos del final tenían una ventaja de dieciséis. Han perdido contra Serbia y contra Argentina, pero por poco. Contra los serbios estaban fuera de casa, jugaban en Belgrado, el arbitraje no les favoreció y, aún así, siempre estuvieron dentro del partido», explicó. Por su parte, Yao Ming, el pívot chino de los Rockets de Houston, ha prometido que no se afeitará en los próximos seis meses si su selección nacional, encuadrada en el Grupo del torneo de baloncesto de Atenas 2004 -Argentina, España, Nueva Zelanda, Italia y Serbia-, no logra acceder a los cuartos de final. «Espero tener ocasión de visitar todos los antiguos monumentos de Atenas y vivir la experiencia olímpica en un país único, pero antes tenemos que clasificarnos para la segunda fase, para los cuartos de final», señaló Ming. Lavado de imagen Los Estados Unidos pueden presumir de ser el único equipo del mundo que cuenta sus partidos olímpicos por victorias desde que los profesionales de la NBA desembarcaron en el frente internacional, reabierto para ellos en Atenas con el tremendo desafío de lavar su imagen pública tras el varapalo del ultimo Mundial. Ese campeonato, disputado en el 2002 en la misma cuna del 'basket' estadounidense, en Indianápolis, asistió a las primeras derrotas de los jugadores NBA. Los americanos han mejorado su equipo respecto a esa cita pero no su imagen.