«Los Juegos no serán mi despedida»

Pau Gasol es un hombre feliz en la selección. Se carga las pilas en un aspecto que para él resulta vital. Encuentra en el equipo ese compañerismo que no existe en la NBA. Por eso es muy difícil que deje de asistir algún día a la llamada de España. El jueves,después del primer entrenamiento que se celebraba en Atenas, el de Sant Boi fue el hombre más buscado por los medios. Sus amigos ya estaban en el autobús, mientras él seguía atendiendo a los medios. Eso sí, todo el rato con una sonrisa (y muchas risas) en los labios. -¿Cómo le ha ido el primer día en la Villa Olímpica? -No nos podemos quejar. Aquí no hemos venido de vacaciones y no importa, por ejemplo, que las camas no sean de nuestras medidas. La mía es de dos metros y me cuelgan los pies. Tampoco nos debe afectar el que nos pasemos todo el día en un pisito de ochenta metros cuadrados doce «machos cabríos». Sobre todo porque ha sido por gusto propio. Cuando nos repartieron las habitaciones, diez estábamos en un piso y dos en otro. Así que decidimos ponernos todos en el mismo. Va a ser la gran prueba psicológica de los juegos (risas). A ver cómo aguantamos todos juntos en cinco habitaciones y, sobre todo, cómo acabamos. -¿Qué hacen durante todo el día ahí, apelotonados? -Pues no hay mucho que hacer. Nos paseamos por la Villa. Conocemos a otros deportistas. Está bien que te presente a gente que hace otros deportes. Me interesa. Hay una sala de recreo con máquinas y juegos de ordenador, pero casi ni hemos podido entrar de tanta gente como hay. La verdad es que la mayor parte del día la pasamos en el piso jugando a las cartas, pasándolo bien. En ese piso ocurre de todo. Hay mucha fiesta... Hasta tocamientos (risas). -¿Va a ir a la ceremonia inaugural? -Me hace mucha ilusión participar. Son mis primeros Juegos y me apetece una barbaridad ir. Esto sólo pasa una vez en la vida. Me han comentado que hay que estar tres o cuatro horas de pie, que es muy cansado, pero no me importa. No todo el mundo puede decir que ha estado en una. -¿Siente una presión especial por participar en unos Juegos? -En lo que respecta a la competición no siento nada especial. Lo que me gusta y me interesa es vivir el ambiente que rodea a los Juegos. Luego, cuando empiecen los partidos, para mí el torneo será como cualquier otro: quiero salir ambicioso, salir a ganar todos los encuentros y no me preocupa nada más. -¿Todos los rumores apuntan a que puede ser su despedida de la selección? -No veo porqué. Me gustaría estar también en el próximo Europeo. Si está en mis manos siempre tendré un hueco en mi agenda para la selección. Es un ambiente que me atrae. Es más distendido que el de la NBA y, a nivel de compañerismo, no hay ni comparación. Ese es un aspecto muy importante para mí y lo echo mucho de menos en los Estados Unidos. -¿Va a seguir otras competiciones? -Fuera del baloncesto estaré pendiente del atletismo y de la natación porque me gustan mucho y del tenis porque tengo bastantes amigos. Si tengo tiempo me gustaría acercarme a verlos. -¿Cómo ve las posibilidades de España? -Será clave cómo empecemos. Queremos marcar el ritmo desde el principio. Si conseguimos salir bien librados de los dos o tres primeros partidos pues ya tendremos mucho ganado para estar en cuartos. Y un vez ahí, nos encontraremos con tres días de descanso para preparar la eliminatoria con el rival que nos toque y a por todas. -Las siete victorias de la preparación han creado unas enormes expectativas de medalla ¿También en el equipo? -Es cierto que la preparación ha elevado nuestro nivel de expectativas, pero creo que más para la gente que para nosotros. Mantenemos los pies en el suelo. Nos hemos demostrado que somos capaces de batir a rivales muy importantes como Serbia, Argentina y Grecia, pero también somos conscientes de que lo hicimos delante de 15.000 personas que nos animaron sin parar. Aquí, sin nadie que nos apoye, bueno sí estarán los periodistas (risas), habrá que poner más de nuestra parte y tendremos que pulir más detalles para que no nos cojan la ventaja. -China, el primer rival ¿Cuál será su papel? -Nuestro juego va a estar basado en parar a Yao Ming, en que juegue incómodo y en que las metan otros... si pueden. A mi personalmente me va a tocar sacrificarme bastante en defensa, estando muy activo, poniéndome por delante, por detrás y sin parar de dar vueltas alrededor del chinito. Hay que cansarle, porque si él baja el ritmo, lo hace el equipo. Le conozco bien de la NBA y creo que podemos anularle. De conseguirlo dependerá el triunfo de España en este primer partido de los Juegos.