Resultados dispares en el inicio de la temporada de la codorniz

La jornada de apertura de la media veda de caza en la provincia de León estuvo marcada por el tiempo, muy cálido y soleado, y por una alta presencia de cazadores que aprovecharon este primer día para disfrutar del campo en compañía de los perros. El hecho de que la apertura se produzca en pleno periodo vacacional contribuye a la participación de casi el cien por cien de los socios de cotos de caza, unos treinta mil en la provincia, mucho de los cuales residen fuera de León. Ya antes de la salida del sol, y con el campo cubierto de rocío, las cuadrillas se desplegaban por los rastrojos buscando la preciada codorniz que, en esta ocasión, parece que abunda más en los secanos que en los regadíos. Precipitación, carreras y muchos tiros en los primeros minutos hasta que los perros, desentrenados tras el largo periodo de veda, van tomando la medida al terreno y se acoplan con el cazador. Buscando la pequeña gallinácea por maraños y regueras se va pasando la mañana hasta que sobre las doce del mediodía, agotados y sin vientos los canes, se da por concluida la jornada matinal que, los más aficionados, reanudarán por la tarde, una vez haya bajado un poco el sol. Los pronósticos, a medias Los pronósticos realizados en las jornadas previas se cumplieron sólo en parte, pues parece que, a tenor de los resultados, hay más codorniz en el secano que en el regadío. Los campos de cereal próximos a las vegas depararon los mayores éxitos, con piñas abultadas que en muchas ocasiones superaban la docena de aves, aunque el promedio aproximado podría rondar entre seis y nueve. En las zonas del Cea, Sahagún de Campos, Gordoncillo y Valderas se deja notar de forma positiva el trasvase de Riaño, que mantiene abundantes regueros por el campo e incluso se cultivan pequeñas manchas de maíz, lo que resulta muy beneficioso para que la codorniz no emigre antes de tiempo. El problema estriba en el comportamiento de la pequeña gallinácea, que apenas aguanta la postura y se arranca antes de tiempo, dificultando mucho el tiro. En las vegas del Órbigo, Páramo y Esla los resultados fueron bastante más pobres. «No podría decir que no hay codorniz -comenta un aficionado de Campo de Villavidel-, pero este año apenas hay fincas de pajas que, por supuesto, están totalmente pateadas. Además, se ríen de nosotros, porque ahora mismo estaban cantando en medio del maíz». Pesimismo institucional La opinión de Miguel Fierro, delegado de la Federación de Caza, es ligeramente pesimista. «He visto nueve y he matado seis en una zona donde el pasado año estuve a punto de hacer el cupo de veinte», dijo. Mantiene, sin embargo, la esperanza de que con el buen tiempo la codorniz se mueva. «Además ya no podemos esperar piñas como las de hace años. Yo con ver codornices todos los días y matar media docena ya me considero afortunado en los tiempos que corren», asegura. En cuanto a la segunda especie de esta media veda, la paloma torcaz, parece que la temporada se presenta con características similares al pasado año. Hay palomas pero están bastante esquivas y emboscadas. En las zonas de paso, sin embargo, habrá quienes disfruten con este ave apreciada desde el punto de vista cinegético y gastronómico.