Diario de León

El COI esperará a Kenteris y Thanou para que se expliquen

Los velocistas griegos dispondrán de otras 48 horas aunque no se presentaron ante la Comisión Disciplinaria

La policía custodia desde el jueves el hospital donde están ingresados

La policía custodia desde el jueves el hospital donde están ingresados

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J. Gómez Peñas - atenas
León

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El escándalo del «caso Kenteris» seguirá latente hasta el miércoles. La comisión disciplinaria del Comité Olímpico Internacional (COI) concedió ayer un nuevo plazo de 48 horas al campeón mundial de 200 metros y a su compatriota Ekarerina Thanou para que expliquen los motivos por los que no se encontraban en la villa olímpica cuando les reclamaron los encargados del control antidopaje. Siguen en el hospital de Kat, en Atenas, en las mismas camas que ocupan desde el jueves, desde que sufrieron un accidente del moto del que no hay más constancia que la versión aportada por los dos velocistas. Permanecen ocultos, silentes, mientras Grecia entera, incluido su presidente, reclaman una explicación en boca de los dos mitos, y mientras la autoridades deportivas se juegan la credibilidad de su campaña de «tolerancia cero» con el dopaje. Se les esperaba. Otra vez. Pero no acudieron. En su lugar, se presentaron en el hotel Hilton el entrenador de ambos deportistas, Christos Tzekos, y su abogado, Michalis Dimitrakopoulos. Presentaron un certificado médico que especificaba las lesiones que Kenteris y Thanou sufren tras el accidente de tráfico ante la comisión disciplinaria del COI, compuesta por Thomas Bach, Denis Oswald y Sergei Bubka. Una vez escuchada la justificación de esta nueva incomparecencia, el comité optó por estirar el plazo dos días más. El «caso Kenteris» les quema en las manos. El COI se columpia entre el temor a la reacción de la afición griega y la política de mano dura con los infractores que ha anunciado. De que Kenteris y Thanou son rápidos nadie tiene duda. Más rápidos que el viento. Así, como en las series de dibujos animados, desaparecen sin dejar más que una leve estela a su paso. Según la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Kenteris se ha sometido a tres controles antidopaje: en noviembre, en mayo y en junio. Thanou, por su parte, a dos. En todos los casos, el resultado fue negativo. Estaban limpios. La duda que les rodea no viene de esos análisis, sino de los que no pudieron hacerles. Y han sido muchos. Todo arrancó en junio de 2002, cuando él y ella decidieron a última hora tacharse de un mitin en Atenas. Alegaron discrepancias económicas con su federación. Pero nadie olvidó un detalle: desaparecieron justo antes de que llegaran los encargados de los controles por sorpresa. Ese mismo año, en noviembre, la IAAF protestó ante la federación griega porque de los 14 atletas que no se habían presentado a los controles, nueve -entre ellos Kenteris y Thanou- eran helenos. Impresos en cada cartel publicitario ateniense, Kenteris y Thanou se hicieron invisibles en 2003. En marzo. La IAAF fue informada por los representantes de los atletas de que se encontraban en Creta -es su obligación-. Y allá fueron. Pero los dos velocistas se encontraban en Quatar. «En Creta hacía demasiado frío», justificó Tzekos, el entrenador, el mago del atletismo griego. Siguieron desaparecidos. En junio, estaban anunciados para los campeonatos griegos, pero se borraron: ambos por lesión.

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