La presión y la insistencia de la Deportiva dan al final su premio Los numerosos cambios mermaron el potencial berciano

A seis días del inicio de la competición, la Deportiva está preparada para la Liga. El once que Álvarez Tomé diseñó en Toro, con la salvedad de Brasi, lesionado, y las pugnas que habrá en ambos laterales, bien podría parecerse, al que estrene la competición en La Balastera. A expensas de que el delantero referencia se incorpore a la disciplina berciana, Gonzalo tiene todas las papeletas para actuar como titular en el feudo morado. Quizás porque el patrocinador del partido premiase al vencedor con seis mil euros en Vino de Toro, ambos contendientes, espoleados por el líquido elemento, empezaron prometiendo un fútbol de ataque y con ocasiones claras en cada una de las porterías, si bien fue la Deportiva la que se adelantó en el marcador cuando sólo habían pasado tres minutos y Gonzalo aprovechó un error de la cobertura numantina y marcó de espléndida vaselina por encima de Juanma. Instantes después, Manolo Rubio, evitó el empate al detener un disparo de Sestelo tras una buena colada de Juanlu por la izquierda, pero era sólo un espejismo, porque el Numancia no era capaz de reaccionar debido a que la Deportiva presionaba con mucha insistencia en el centro del campo. Apretaban los blanquiazules con reiteración y el partido se desvanecía, pero el equipo de Francisco estaba obligado a llevar la batuta. Sin embargo, Sestelo no tenía su tarde y no consiguió controlar ninguno de los balones que llegaron al área de la Deportiva. Más goles al contragolpe Mientras tanto, los de Álvarez Tomé enseñaban sus cartas y al contragolpe estuvieron a punto de hacer algún gol más, pero unas veces la falta de precisión y en otras la precipitación, lo evitaron. En la reanudación, Álvarez Tomé ofreció la novedad más destacada con la incorporación del italo-argentino Larrosa al ataque blanquiazul. El jugador procede del Córdoba y estará a prueba. Sus primeros detalles dejaron buen sabor de boca, aunque en todos ellos el fuera de juego interrumpió las acciones. Mientras tanto, el Numancia, con el marcador en contra, se echó hacia delante con más vigor que en el primer período y las ocasiones se sucedieron con rapidez. De nuevo Rubio tuvo que estar atento y detuvo con el cuerpo un disparo de Pineda cuando el atacante estaba completamente solo. El despiste habitual Después llegó el despiste de todas las tardes y a la salida de una falta, el ex osasunista Palacios remató dentro del área pequeña sin oposición y estableció el empate definitivo, aunque antes del pitido final, Sestelo gozara de otras dos buenas ocasiones, encontrándose siempre, bien con Rubio o bien con Sierra. El rosario de cambios de la segunda parte propició el desconcierto y sirvió para que el marcador permaneciera inalterable, a pesar de los esfuerzos de los jugadores de ambos equipos por desnivelar la contienda, finalizando la misma sin vencedores ni vencidos.